La creación de la ciudad de La Plata en 1882 tras la sangrienta revolución del ´80, fue un acto propiciatorio de la organización nacional que actuó como corolario del largo pleito entre porteños y provincianos por el goce de los abultados beneficios de la aduana. Con el paso de la ciudad de Buenos Aires a la órbita nacional, el proyecto oficial a cargo del orden conservador articuló un plan integral para dotar a la Provincia de una nueva capital, moderna, volcada hacia el futuro y símbolo, a la vez, de progreso y libertad democrática, en un momento histórico signado por la expansión económica y la transformación política de la República Argentina.
Las aspiraciones gubernamentales asociadas a las necesidades de una población en formación se plasmaron en una línea de acción que conjugó acciones públicas y privadas a la vez que se orientó a favor de dotar a la nueva ciudad de brazos capaces de levantarla y habitarla en forma permanente. El estado apeló a dos modalidades, el establecimiento efectivo de empleados y funcionarios nacionales y la llegada de extranjeros.
La premura de la situación fue promovida por los intereses del gobierno provincial a cargo del Dr. Dardo Rocha quien pretendió el traslado de los poderes públicos antes de la finalización de su mandato, en 1884. Para ello condujo unívocamente y en forma paralela, las acciones de tres comisiones que deberían expedirse en lo referente a la elección del sitio de emplazamiento, el diseño de la traza urbana y el proyecto de los edificios públicos.
En este contexto el ingeniero civil y arquitecto de amplia trayectoria en el medio nacional y mano derecha de Rocha en las tareas de fundación de La Plata, Pedro Benoit, ocupó un rol destacado. Con el cargo de Director Ejecutivo de los Edificios Públicos, presidente del Departamento de Ingenieros y miembro del Directorio del Banco Hipotecario Nacional, su nombre aparece ligado al plano de traza de la ciudad y al proyecto de importantes edificios públicos. Su labor profesional, una de las más fructíferas de la época, incorporó un sustancial aporte italiano al paisaje urbano platense. En esa línea se destacan el proyecto de la sede del Ministerio de Hacienda, la sede del Departamento de Ingenieros, el Departamento de Policía, Cárcel y Bomberos, el Observatorio Astronómico, la sede del Departamento de Ingenieros y la supervisión de la sede del Ministerio de Gobierno.
En la sede del Ministerio de Hacienda el empleo de elementos compositivos de filiación renacentista italiana, tomados posiblemente del tratado de Serlio, se articularon simétricamente en un volumen bajo y único acentuado con pórticos tetrástilos ubicados sobre el eje compositivo de la fachada principal –Av. 7 e/45 y 46-. Los torreones casi cúbicos de las esquinas se vincularon mediante logias continuas que se abrían hacia las tres calles perimetrales, en orden jónico. La construcción se inició en 1883 y en coincidencia con el traslado de los Poderes Públicos a la nueva Capital quedó totalmente habilitado siendo empleado provisionalmente como sede del gobierno provincial.
El edificio que sirvió de sede al Departamento de Ingenieros, resuelto también en lenguaje renacentista italiano, se emplazó, siguiendo los lineamientos planteados por Rocha para los edificios públicos fundacionales, en el centro de la manzana comprendida por la Av. 7 y las calles 56, 57 y 8. Su particular composición en forma de cruz griega, con un sector central destinado a despachos flanqueados por patios, se mostró a la ciudad a través de una fachada tripartita y simétrica. Los elementos lingüísticos –arcos de medio punto, columnas jónicas, logia, guirnaldas, pilastras adosadas, balaustres- se articularon ritmados en la composición definida por el acceso central en coincidencia con el eje de simetría y las pequeñas alas laterales. Con la incorporación de un nivel inferior destinado, a la manera de las villas italianas, a dependencias de servicio –archivos, depósitos- se aprovechó el desnivel natural del terreno logrando una construcción sobreelevada con el acceso principal jerarquizado por una amplia escalinata.
En la sede del Departamento de Policía, Cárcel y Bomberos, Benoit recurrió nuevamente al renacimiento italiano. La organización funcional y formal tripartita del edificio –Policía al frente, Cárcel en el centro y Bomberos sobre el contrafrente- que ocupaba la manzana comprendida entre las Avs. 51, 53 y las calles 2 y 3 solo recompuso la Línea Municipal en el sector de Bomberos. En la fachada principal empleó un pórtico central en doble nivel que, por contraposición con lo bajo del conjunto, enfatizaba el acceso y se prolongaba a través de dos alas simétricas hasta los torreones de mayor altura que remataban las esquinas. Las alteraciones operadas a lo largo de su vida fueron desvirtuando el carácter lingüístico y la homogeneidad original mutando la imagen de su habilitación parcial en 1883.
En el edificio principal del conjunto del Observatorio Astronómico Benoit, con colaboración de Alejandro Sordelli, empleó nuevamente elementos compositivos del renacimiento italiano creando un volumen simple de un solo nivel, almohadillado con ventanas ritmadas y pilastras adosadas apenas insinuadas. Ubicado en medio de un amplio predio en el paisaje bucólico del bosque platense los accesos del edificio, en coincidencia con los ejes de simetría biaxial quedaron enfatizados por pequeñas logias de columnas jónicas que articulaban los cuatro ángulos materializados por volúmenes prismáticos. Un gran arquitrabe recto rematado con balaustres cosía toda la composición acentuando la idea de horizontalidad. La obra fue realizada entre 1884 y 1888.
La sede del Ministerio de Gobierno fue proyectada por el arquitecto italiano Luis Baldi, perteneciente a la Sección de Arquitectura del Departamento de Ingenieros dirigida por Benoit. La construcción se inició en 1883 y tuvo una habilitación parcial en 1884, al celebrarse el traslado de los Poderes Públicos, y otra definitiva en 1885. El edificio de lenguaje ecléctico y rasgos italianos que ocupó, junto a la residencia particular del ministro, la totalidad de la manzana comprendida por la Av. 7 y las calles 58, 59 y 8 fue demolido en coincidencia con la modernización urbana de la ciudad de La Plata en los años ´60.
El estudio de las obras mencionadas se enmarca en la fuerte impronta italiana del paisaje urbano platense fundacional. La continuidad del lenguaje clasicista puede ser entendida como la transculturación de las teorías arquitectónicas y urbanas de filiación peninsular trasferidas a nuestro medio a través de las creaciones físicas operadas desde el campo disciplinar por acción de funcionarios y profesionales actuantes –arquitectos, ingenieros, agrimensores, topógrafos, técnicos-. El Estado, principal comitente del período, impulsó la participación de técnicos, en general formados bajo la tradición italiana, para la concreción del trazado urbano, el sistema escultórico y los proyectos, dirección y ejecución de los edificios públicos.
Desde la óptica actual, ese conjunto de bienes puede ser valorado como altamente significativo en el espacio urbano platense por sus cualidades urbanas, ambientales, arquitectónicas, históricas y simbólicas.
Este artículo surge a partir de la investigación desarrollada en el marco del trabajo final de la Carrera de Especialización en Conservación y Restauración del Patrimonio Urbano, Arquitectónico y Artístico de la Universidad Nacional de La Plata. El tema presentado se refiere al estudio del valor simbólico y material operado en la imagen urbana platense, a partir del aporte italiano, durante sus primeros cincuenta años de vida de la ciudad de La Plata–1882/ 1932-.
sobre el autor
Fabiana Andrea Carbonari, arquitecta y docente de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo e Investigadora de la UNLP.
Fabiana Andrea Carbonari, La Plata Argentina
