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architexts ISSN 1809-6298


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Ramón Gutiérrez traça um panorama do surgimento do urbanismo e sua introdução na Argentina, com a presença dos urbanistas e paisagistas franceses


how to quote

GUTIÉRREZ, Ramón. Los inicios del urbanismo en la Argentina. Parte 1 – El aporte francés. Arquitextos, São Paulo, año 08, n. 087.01, Vitruvius, ago. 2007 <https://vitruvius.com.br/revistas/read/arquitextos/08.087/216/es>.

La presencia en el urbanismo y el paisajismo francés en la Argentina data sin dudas de las últimas décadas del siglo XIX en tiempos en que argentinos como Felipe Senillosa (h) imprimían en París sus proyectos de expropiación para hacer avenidas diagonales en Buenos Aires (1). En esa misma época se editaban los primeros tratados de urbanismo como la “Teoría de la urbanización” de Ildefonso Cerdá (1867) y el de Baumeister (1876) que junto con las obras de Joseph Stubben (1890) y Raymond Unwin (1909) definieron los inicios de esta nueva disciplina urbanística (2).

Con la preparación del Plan de Mejoras que organiza la municipalidad de Buenos Aires entre 1894 y 1898 se cierra una etapa donde los técnicos locales, o extranjeros con muchos años de residencia en el país, impulsan una planificación urbanística (3). La radicación en la Argentina de paisajistas franceses del renombre de Charles Thays (1849-1934), que impulsaría la red de parques y plazas y el prestigio de París como ciudad “modelo” marcarían una línea persistente (4). Las esporádicas visitas de Joseph Bouvard, otrora Director General de la Exposición de Paris de 1900, convocado para los planes urbanos en Buenos Aires y Rosario habrían de consolidar esta faceta en el campo urbanístico (5).

También fue muy importante en toda América Latina la participación de los urbanistas franceses en la realización de planes para nuevas ciudades o para el acondicionamiento de antiguos asentamientos (6). Un caso demostrativo fue el concurso de “La Nueva Guayaquil” en Ecuador (1906) donde triunfó un diseño francés de una ciudad que nacía ya con historia pues su traza recordaba la de las viejas ciudades según ponderaba el jurado (7). Siguiendo los lineamientos de la pedagogía academicista de la École des Beaux Arts, donde se habían formado la mayoría de estos arquitectos urbanistas, primaban las ideas del “arte urbano” y el “carácter” que debían asumir las ciudades según su rango administrativo, lo que determinaba la proyección de sus avenidas y diagonales y la gravitación de la edificación pública como impusiera en París el Barón Haussman (1809-1891) (8). El “Plan” adquiría la capacidad científica de graficar por una parte la realidad existente y por otra de poder actuar sobre esa realidad perfeccionando sus defectos desde los conceptos higienistas, funcionalistas y de “arte urbano”.

Si embargo es preciso señalar el impacto que desde la última década del siglo XIX había tenido la obra del austríaco Camilo Sitte “Derstadtebau” (1889) traducida al francés en 1902 y que, marginando las ideas del clasicismo racionalista, esbozaba a través de sus estudios histórico-urbanos un cierto “irracionalismo pangermánico que resucitaba los valores emocionales de lo orgánico y lo pintoresco” (9). En esta perspectiva Sitte rechazaba la cuadrícula como expresión de sociedades carentes de espesor histórico. Sin embargo, como señalan los Collins, Sitte (1843-1903) ocupaba un espacio central en la naciente profesión de urbanista, aunque los planificadores alemanes estuvieran más preocupados en las reformas administrativas municipales que en las ciudades como obras de arte como sucedía con los franceses (10). El propio Le Corbusier en su manuscrito de 1910 sobre “La construction des villes” toma ideas de Sitte que luego criticará en su primera edición de “Urbanisme” (1925). Bardet con claridad señalaría que el aporte de Sitte había resultado un buen análisis del pasado pero que no podía razonablemente conducir a diseños de futuro.

Como bien acotaba Leonardo Benévolo “El debate cultural de la segunda mitad de XIX y de los primeros decenios del XX sigue centrado en los temas que se han puesto en evidencia en la confrontación internacional: el choque con la tradición pasada, el equilibrio entre esfera pública y privada y, en definitiva, la continuación del papel aristotélico de la ciudad como instrumento para conseguir la perfección de la existencia humana en el mundo industrializado” (11).

Antecedentes en Francia. De la École des Beaux Arts a la Societé Francaise des Urbanistes

La École des Beaux Arts fue fundada originariamente como Escuela Real en 1819 y su sección de Arquitectura provenía de la antigua Academia Real (1671-1793) abolida por la Revolución Francesa. Entre 1795 y 1799 funcionó como Escuela Especial de Arquitectura, luego Escuela Imperial bajo Napoleón (1807-1814), título que retomó en 1852 y que en 1870 se habría de modificar por el de Escuela Nacional Superior de Bellas Artes. Los mejores alumnos de la Escuela obtenían los Grand Prix de Rome que los habilitaba para concurrir a la Academia de Francia en Roma y por ende vincularse estrechamente con el mundo clásico.. Los sectores de la arquitectura más próximos a la construcción que a las artes estudiaban mientras tanto en la École des Travaux Publics que fuera fundada en 1794 (12).

La influencia de la École des Beaux Arts fue enorme desde fines del siglo XIX en la arquitectura del mundo occidental y particularmente en Estados Unidos y algunos países de América Latina donde sus egresados dirigieron y orientaron los estudios de arquitectura a partir de sus premisas pedagógicas. Sus textos básicos (Guadet, Barberot, Cloquet, Gromort, Gutton) marcados por la evolución del academicismo clasicista al eclecticismo impusieron un repertorio formal que transformó el paisaje urbano de muchas ciudades (13).

En 1911 se había formado en París la Societé Francaise des Urbanistes (SFU) que integraban entre otros los arquitectos Alfred Agache, Marcel Auburtin (1872-1926) (14), André Berard, León Jaussely (1875-1932), Henri Prost (1874-1959) y los paisajistas Jean Nicolas Forestier (1861-1930) y Edouard Redont (1862-1942) (15). El papel de estos técnicos fue decisivo en la preparación de la primera ley urbanística sobre “l´Aménagement, l´embellissement et l´extension des villes” que fuera sancionada en 1919 y reformada parcialmente en 1924 (Ley Cornudet). Estas legislaciones planteaban la obligación a lo municipios de más de 10.000 habitantes de contar con un Plan Regulador.

Las ideas de este urbanismo decimonónico francés se sustentaban en los tres pilares de la funcionalidad vial, el higienismo positivista y las ideas de la estética urbana que afianzaban la belleza arquitectónica y paisajística. En la fase funcional se incluían – en directa vinculación con los preceptos higienistas- los temas vinculados al abastecimiento de aguas y eliminación de residuos. A esto se le daba tanta importancia, debido a las epidemias, que no debe sorprendernos que a comienzos del siglo XX hubiera urbanistas que tomaran este aspecto como central en sus propuestas de planos urbanos (16). Las innovaciones sobre la circulación de vehículos y tráfico y aún los proyectos utópicos de ciudades reguladas por las vías de comunicación en altura fueron impulsadas tempranamente por Eugene Hénard (1849-1923), animador de las primeras tertulias y congresos de urbanismo. En 1910 en Londres, Hénard proponía un nuevo imaginario para “La ciudad del futuro” que nos remitiría a los esbozos futuristas de Sant Elía desprendiéndose de las normativas de composición académica (17).

También en lo funcional comienza a esbozarse el tema del “zoning” que el racionalismo llevará como idea fuerza del urbanismo del CIAM, pero que en esta fase no descarta la posibilidad de separar las áreas industriales y los núcleos residenciales de las zonas comerciales o administrativas. Debemos recordar que los grupos modernos del CIAM justamente atacarían por reaccionarios los postulados de las “composiciones” urbanas de los academicistas y sus estrictas normas de simetrías (18). Lo propio sucedería con los esquemas de “ciudad jardín” que solían aparecer en las zonas fuelles entre los núcleos fabriles y residenciales. Según ellos la aceptación de las premisas higienistas de la ventilación y oxigenación llevaba a prever áreas verdes de casi un 22% de la superficie urbana (según el proyecto de Agache para Canberra) lo que en muy pocos casos habría de lograrse ya que París tenía solamente un 4%, Berlín un 10% y Londres el 15%. Junto a estas zonas verdes, adquirían creciente importancia los espacios públicos destinados a actividades lúdicas y deportivas. Siguiendo las tradiciones de la ilustración del siglo XVIII y en concordancia con las preceptivas higienistas el equipamiento vinculado a salud, asilos y cementerios eran ubicados en la periferia urbana.

Configuradas las áreas, articuladas por las vías de comunicación, el diseño recurría a modelos geométricos que no soslayaban la cuadrícula pero optaban por núcleos poligonales, ovales o exedras con vías radiales que posibilitaban acortar distancias (19). Es interesante ver que estos urbanistas franceses, tal el caso de Jaussely cuando visita Buenos Aires, rechazan la cuadrícula hispana como símbolo de una traza anacrónica, no meramente por la estrechez de las calles sino también por la reiteración paisajística (20). Lo propio hará en su intervención sobre Barcelona con su “Plan de enlaces” que desvirtúa la trama del ensanche organizado por Ildefonso Cerdá para darle un “carácter noble y monumental” a la ciudad (21).

Bouvard, Agache, Jaussely, Lambert, Rotival y Forestier fueron algunos de los impulsores de esta presencia activa de los urbanistas franceses en los países de la periferia europea y americana (22). Así Bouvard realizará proyectos para Estambul, San Pablo o Buenos Aires (1910), Agache para Canberra (1911), Chicago, Dunkerke (1912), Estambul (1933) o Curitiba (1941), Lambert en Estados Unidos (1922-29), Turquía (1933), Chile (1929), México (1931), Venezuela (1937), Rotival en Venezuela (1939) y Madagascar (1952) y Forestier para La Habana (1925), Buenos Aires (1924), Sevilla (1929) o Barcelona (23).

Algunos de estos profesionales integraron en 1914 la Societé Francaise des Architectes Urbanistes que presidiría Eugéne Hénard con Alfred Agache de secretario y que buscaría justamente vincular su actuación con las de grupos similares de otros países y organizar Congresos reuniones para difundir y perfeccionar la disciplina. Luego de los duros años de la primera guerra mundial, la Asociación conducida por León Jaussely (24), siempre con la secretaría de Agache realizaría una importante actividad que incluía las propuestas de “Reconstrucción de ciudades devastadas”. Muchos de estos mismos profesionales participaban desde 1916 en el núcleo “Renaissance des Cités” que aportaba a la renovación de las ciudades dañadas (25).

Si en la primera fase de la SFU se dio especial énfasis en los aspectos de mejoramiento urbano y de embellecimiento de las ciudades dentro de los conceptos de lo que se conocería como “la estética edilicia”, los efectos de “monumentalización” jugaron un papel decisivo en la gestación del imaginario de este urbanismo academicista (26). La definición de los “lugares” jerarquizados por sus funciones o la presencia de los monumentos administrativos, religiosos o cívicos determinaba en definitiva la ratificación del rango y carácter de la ciudad. No por ello se postergaron los aspectos funcionales e higienistas y en 1923 la SFU organizó en Estrasburgo el Congreso Internacional de Urbanismo e Higiene Municipal donde se integraron a las propuestas urbanas no solamente los arquitectos sino también los ingenieros, los paisajistas y los abogados que comenzaron a tener una singular importancia con la formulación de propuestas legales y jurídicas.

En coincidencia con el pensamiento arquitectónico de la École des Beaux Arts se veía a la ciudad como un objeto capaz de ser abordado en términos de una composición, de un plan de ensamblaje en su diseño, que permitiría al decir de Agache, modelar la ciudad a la par que inducir su desarrollo. Para ellos el urbanismo era una ciencia que les permitía entender su pasado y formación a la vez que reconocer sus aciertos y errores, un arte donde la intuición y la composición permitirían superar y proponer un futuro urbano mejor y finalmente una filosofía con sentido social que aseguraría la conformación de una sociedad equilibrada contenida en un conjunto urbano armonioso determinado por el Plan (27). En realidad esta forma de jerarquizar los planos urbanos procedía de la visión que venían aplicando los agrimensores desde el siglo XIX. con énfasis en un formalismo de sentido geométrico, con predominancia de simetrías, diagonales cruzadas o calles radiales que definían las formas urbanas y sus articulaciones.

Una segunda fase del pensamiento urbano francés en la SFU, a partir de 1930, puede vincularse a su acción pedagógica de carácter masivo con la presentación de los “Salons” de Urbanismo integrado a las Secciones de Beaux Arts y las Exposiciones de los grandes planos urbanos para remodelar ciudades. Entre ellos cabe recordar los proyectos de Henri Prost para Rabat (1923-1933) con la integración del antiguo casco histórico y el gran proyecto de renovación urbana y social de Agache para Río de Janeiro (1927-1930), que tuvo la desgracia de presentarse exactamente el mismo día en que un golpe de estado derribaba al gobierno (28). Fue también innovadora la Exposición del mexicano Mujica Díaz de Bonilla sobre los Rascacielos, presentada y editada en París (1925) donde el favorable comentario de Pierre Lavedan estimularía sus propuestas neomayas para Nueva York (29). Ernesto Estrada pudo recorrer el V Salón de Urbanistes que se presentó en el Grand Palais en 1936.

El movimiento de la “Ciudad Jardín”

Junto a esta presencia muy fuerte de la vertiente francesa debemos también contabilizar los movimientos que, originados en torno a las ideas de William Morris y Ebenezer Howard, se desarrollaron en Inglaterra en las últimas décadas del siglo XIX con otros conceptos urbanos y sociales (30). Howard fue el creador de la “Garden City Association” en 1899 que tuvo convergencia con similares grupos. Así el movimiento “City Beautiful” creado en ocasión de la Exposición Colombina de Chicago en 1893 siguiendo las tradiciones del ideario de Jefferson predominaba en Estados Unidos e incorporaría luego a las ideas evolutivas del escocés Patrick Geddes y, a la vez, confluiría con las antiguas propuestas de los grupos“Arts and Crafts” (31). En rigor aquí se genera también la convergencia de los movimientos ruralistas de Le Play, el neomedievalismo de Camilo Sitte con sus facetas arquitectónicas británicas procedentes de Pugin y Ruskin entre otros.

Sin embargo, el movimiento original estaba muy sustentado en propuestas de rehabilitación social y de calidad urbana por lo cual se expandió rápidamente en Europa y en el Congreso de Casas Baratas de Lieja (1905) fue presentado como una alternativa al problema de la vivienda social. En España fue impulsado por Cipriano Montoliú desde Barcelona creador de la Sociedad Cívica La Ciudad Jardín en 1913 (32). Montoliú hacía énfasis en los aspectos sociales del cooperativismo, la gestión urbana y la descentralización industrial. En 1917 el Ingeniero Municipal José María de Lasarte traducía y editaba un trabajo de Nelson Lewis presentado en el Congreso Universal de San Francisco de 1915 sobre las ciudades norteamericanas (33) y Arturo Soria y Mata (1844-1920) desarrollaba sus propuestas de “La ciudad lineal” (34). Se trataba en definitiva de un conjunto de vertientes de pensamiento y organizaciones cuya coincidencia se centraba más en el diagnóstico de la realidad urbana que en las propuestas de soluciones para sus problemas (35).

La conformación de la Asociación Internacional de Ciudades Jardín y Planeamiento urbano fue consecuencia de estos movimientos que culminarían con los Congresos de Dusseldorf (1915), Bruselas (1919) y Gottemburgo en 1923. El impacto de estas ideas en la reconstrucción de Bruselas fue muy importante (36). También lo serían los aportes a la conservación del patrimonio en muchas de estas ciudades parcialmente destruidas (37).

En general, aunque la obra de Sitte no fue traducida al inglés hasta 1945, coincidían en la preocupación de la relación entre ciudad y territorio, ciudad y paisaje contextual y en la articulación entre núcleos centrales, periferias suburbanas y ciudades satélites. Aquí jugará un papel protagónico el pensamiento de Raymond Unwin (1863-1940) quien proponía trabajar sobre las ciudades satélites, es decir apuntar a los “gardens-suburbs” (38). Como consecuencia de estas posturas Unwin organizó con la RIBA la “Town Planning Conference” de Londres de 1910 donde Geddes expondría sus lecturas biologistas de la evolución urbana y se plantearon las distancias con la “City Beautiful” más vinculada a la idea de “arte urbano” academicista de los norteamericanos (39). Alemanes como Joseph Sttubens buscaban sin embargo conjugar ambas posturas, por no considerar incompatible la visión Haussmaniana con las ideas de la “ciudad jardín”. Sobre los planteos pragmáticos de Unwin los ingleses articularían finalmente el Town Planning Institute que conducido por Thomas Adams (partícipe de la experiencia de Lechworth) integraba a Unwin y a Patrick Abercrombie (1879-1957) (40). El libro “Town planning in practice” de Unwin (1909, con múltiples reediciones), fue traducido al francés por Jaussely en 1922 y editado en Nueva York en 1919 y en Berlín en 1920 (41). En estas estrategias territoriales y en la dinámica de las propuestas de los norteamericanos surgirían ideas como los “Parkways” que tendrían fuerte impacto en la década del 30. Será finalmente Abercrombie quien marginará los restos romanticistas y filantrópicos de las propuestas de la ciudad jardín para sistematizar en el “Town planning” un pensamiento con una base presuntamente más científica como señala Gravagnuolo (42).

 En Francia la Association des Cités Jardins fue creada por Georges Benoit- Levy (1880-1971) en 1903 (43). A partir de ese momento impulsó una serie de acciones y ediciones para difundir el ideario (44). También Le Corbusier estudiaría en 1910 las posibilidades de una ciudad jardín en Chaux des Fonds con rasgos pintoresquistas. Ese mismo año se realizaba la Conferencia de Londres, la reunión de Berlín, otra en Filadelfia y el Congreso de Vivienda en Viena, lo que muestra la efervescencia que tenía los temas urbanísticos y de la vivienda de interés social en aquel tiempo.

Varios de estos grupos impulsarían en la década del 20 las ideas del Planeamiento Regional como uno de los elementos esenciales de esa visión territorial y paisajística. Con fuerte contenido social Henri Sellier planteaba, en una perspectiva socialista, la realización de ciudades autosuficientes e independientes siguiendo la tradición original de la propuesta inglesa de Howard. En esos años se editaba en Buenos Aires la utopía de “La ciudad anarquista americana” de Pierre Quiroule cuyas viviendas se desparramaban entre bosques y praderas retomando la idílica conexión con la naturaleza (45).

Hacia 1930 la Oficina de “Habitations Bon Marché” creaba en los alrededores de París unas quince ciudades jardín con un total de veinte mil unidades de vivienda, pero las carencias de tierra pública, los altos costos del equipamiento por la dispersión territorial y el creciente desarrollo de las ideas urbanas de los CIAM desalentaron impulso de estas propuestas. Quizás sus últimas manifestaciones fueron los proyectos norteamericanos del Plan “Greenbelts cities” lanzado hacia 1935 para atender las demandas de vivienda social en el contexto de ciudades jardín. El concepto del “cinturón verde” fue reutilizado por Patrick Abercrombie en sus propuestas para la reconstrucción de Londres en 1944.

En América Latina los movimientos de la “Ciudad jardín” y la “Ciudad lineal” tendrían diferentes repercusiones que muestran otras de las líneas de transferencia de ideas y experiencias europeas (46).

El Instituto de Urbanismo de París

Formado bajo la iniciativa de Marcel Poete (1866-1950) y de Henri Sellier, el Instituto nace como “École des Hautes Etudes Urbaines” en la preocupación de abordar soluciones capaces de resolver los problemas sociales y habitacionales de las ciudades (47). Poete particularmente venía reflexionando sobre la necesidad de encarar transformaciones en París que las consecuencias de la primera guerra mundial habrían de acelerar, sobre todo en la ocupación de zonas de espacios libres y ensanches de la ciudad junto con las reconstrucciones en concordancia con la legislación sancionada en 1919 (48). Justamente en ese mismo año se habría de formar la Escuela de Altos Estudios Urbanos por iniciativa del Consejo General de la región del Sena planteando un organismo de referencia para las acciones urbanísticas que se habrían de emprender a la vez que capacitar a profesionales en el acondicionamiento , extensión y “embellecimiento” de las ciudades en términos de la ley Cornudet y difundir las ideas del nuevo urbanismo a través de una revista “La Vie Urbaine” que posibilitaba la trasmisión de las propuestas de los miembros de la Escuela (49).

Es importante considerar que los integrantes de la misma provenían de diversas disciplinas y en ellas, los aspectos vinculados a la administración y la legislación de las ciudades tenían una especial importancia. Este rasgo interdisciplinario y la capacidad de integrar a profesores del mundo académico con gestores políticos y de la administración fue uno de las innovaciones de esta propuesta.

Marcel Poete, que fue el primer director, enseñaba sobre “la evolución de las ciudades” y junto a él estaban el jurista Jean Barthélémy y el especialista en derecho administrativo Gastón Jezé, Édouard Fuster y Louis Rolland que abordaban los temas de orden social, el higienista George Bechman, así como William Oualid y Augusto Brugemann que tenían a su cargo los aspectos de la economía social y urbana (50). Los temas vinculados al diseño y técnicas urbanas quedarían bajo la tutela de León Jaussely, Jacques Gréber (1882- 1962), Henri Prost y Louis Bonnier (1856-1946) (51). El sistema pedagógico se complementaba con una serie de conferencistas que abordaban los temas de la vivienda, la higiene, los servicios públicos, la administración urbana municipal. Entre los disertantes cabe enfatizar el papel de Henri Séller con referencia a los problemas de la vivienda de interés social y a la gestión política del urbanismo.

En 1924 la Escuela se integra a la Sorbonne y se reorganiza bajo la nominación de Instituto de Urbanismo de la Universidad de París integrado a la Facultad de Derecho, ratificando la gravitación de los aspectos jurídicos que junto con las ideas de la “estética edilicia” de Beaux Arts predominaban en el período en el cual hicieron sus cursos Della Paolera y Estrada.

El prestigio internacional del Instituto fue notable y garantizó la convergencia de múltiples alumnos de todo el mundo, generando una primera camada de urbanistas nacionales en varios países de América. Hacia 1940 ocuparía la dirección del Instituto Pierre Lavedan (1885-1982), antiguo discípulo de Poete y uno de los primeros historiadores del urbanismo, quien durante casi un cuarto de siglo modeló la institución según nuevos programas de estudios con contenidos de carácter general o enseñanzas específicamente técnicas dirigidas a arquitectos, agrimensores e ingenieros. En esta línea destacaban como profesores de diseño urbano Robert Auzelle (1913-1984) y André Gutton (1904-?) (52). A Lavedan se le adjudica la creación del término “Art urbain” para calificar la actuación de los academicistas franceses donde a la vez de las trazas geométricas y las composiciones funcionales integraban elementos arquitectónicos como pórticos, columnatas, arcos, fuentes, monumentos escultóricos, obeliscos y estatuas generando un enriquecimiento del paisaje urbano. Bajo la conducción de Gastón Bardet el Instituto se reorganizó e integró a su Comité de Patronato al uruguayo Mauricio Cravotto, al mexicano Mario Pani y a los argentinos Carlos María della Paolera y Ernesto Vautier (53).

Jacques Gréber: el director de estudios de Ernesto Estrada

Gréber, de nacionalidad francesa, se graduó en la École des Beaux Arts en 1909 pero prontamente se trasladó a Estados Unidos donde cumplió un papel relevante en la transferencia de los principios academicistas tanto en la arquitectura como en el urbanismo. Trabajó inicialmente asociado a Clarence Mackay y a Horace Trumbauer y en Filadelfia, realizó obras memorables desde 1913, entre ellas ganaría en 1917 el concurso para el Plan Maestro del Benjamín Franklin Park y trabajaría luego en 1926 conjuntamente con Paul Cret (1876-1945) en el diseño del Museo Rodin (54).

En estos años en Estados Unidos Gréber fue el principal propagandista de la tradición francesa de la arquitectura y el urbanismo beaux arts, escribiendo un libro muy ponderado por remarcar esta huella del “genio” francés (55).

En 1919 habiendo regresado a Francia para colaborar en la reconstrucción de ciudades participó en el Concurso para París (1919) y el de Lille en los cuales recibió menciones. Trabajó en los planes urbanos y regionales de la región de Lille (1920-1937), Abbeville (1932-1945), Marsella (1940), Ruan (1940-1947) y Calais, algunos de ellos en los años en que Estrada realizaba sus cursos en París. En 1926-28 Gréber conjuntamente con Henry y Jean Viollet, cura de la parroquia de Nazaret, habían realizado la experiencia de una ciudad jardín. Justamente en el Congreso de Ámsterdam (1924) realizado por el colectivo de las Ciudades Jardín, Gréber enfatizo la prioridad del espacio público en el diseño de las ciudades en función de su carácter de bien común y de mejora sustancial de las calidades de vida. No por ello relegaba su función en atención a las bondades de una estética urbana y a las condiciones higiénicas (56).

En 1937 Gréber fue el arquitecto jefe de la Exposición Internacional de Artes y Técnicas de la Vida Moderna, realizada en París y que sería la más grande de cuantas se efectuaron en Francia (57). En la oportunidad se construyó el nuevo Palacio del Trocadero y destacaban los pabellones de Rusia y Alemania (obra de Speer) que simbolizaban la rivalidad de los nuevos totalitarismos europeos. En un clima de incertidumbre por el triunfo del Frente Popular, la guerra civil española, el avance de los fascismos y la amenaza de la segunda guerra mundial (en dos años París estaría en manos de los alemanes) Francia trataba de mostrar en su Exposición no solamente su prestigio cultural sino también un opaco escenario de confraternidad. Los 300 pabellones de la Exposición oscilaron entre el clasicismo academicista oficial, el pintoresquismo de la arquitectura efímera o los avances de la modernidad. Entre ellos cabe señalar el Pabellón de España obra de Luis Lacasa y José Luis Sert que incluía la presentación del Guernika de Picasso (58). Gréber apostó por una dinámica participación de artistas encomendado más de 700 murales (59).

Hacia 1940 Gréber conduce la SFU actuando como Secretario Gastón Bardet y preanunciando los cambios generacionales que se avecinan. En esa época realiza el Parque de la Fundación Serralles en Porto (Portugal) manejando con solvencia un paisaje de terrazas hasta la costa del río Duero. Luego Gréber trabajaría varios años en el Canadá ocupándose de los planes de Ottawa entre 1937 y 1950 del Plan parcial del centro de la ciudad y luego del Plan Regulador general, actuando también en los planes de Montreal (1945-1952) y Québec (60).

Mas allá de sus méritos como diseñador, su biógrafo André Lortie señala la importancia de su carácter de gestor urbano y mediador entre las diversas disciplinas y agentes que intervienen en la esfera urbanística compatibilizando los valores de las ciudades y las necesarias reformulaciones compatibles con ellos (61).

Las últimas presencias en Buenos Aires: de Le Corbusier (1929) a Gastón Bardet (1949)

Luego de la fracasada contratación de Francois Benjamín Chaussemiche (1864-1945), originada por la oposición de los técnicos locales enojados con las actuaciones de Joseph Bouvard y Norbert August Maillart sobre todo, se abrirían las compuertas con la presencia de Forestier para el Plan Noel de 1925 (62). En el campo de la arquitectura además de René Karman que llevaba el Taller de Composición en la Escuela de Arquitectura de Buenos Aires desde 1912, sería luego contratado René Villeminot que había obtenido el Gran Prix de Rome (2° premio) en 1908.

Hacia 1929 la presencia de Le Corbusier en Buenos Aires invitado por la Asociación de Estímulo de las Bellas Artes con el auspicio de la Universidad de Buenos Aires significaría un primer contacto de importancia aunque pasaría bastante desapercibido en la corporación de arquitectos (63). En efecto el Decano de la Facultad de Ciencias Exactas Ingeniero Butty nominaría a tres profesores Alberto Coni Molina, Ezequiel Real de Azúa y a Raúl J. Álvarez para que acompañaran a Le Corbusier en sus visitas a la ciudad. los dos primeros eran dos reconocidos academicistas y el tercero un propulsor del neocolonial, a quien Le Corbusier le enviaría desde París su libro “Precisions” dedicado en 1930 (64). Tomarían contacto con Le Corbusier otros grupos propulsores de la arquitectura moderna como Alberto Prebisch y Ernesto Vautier, mientras que Wladimiro Acosta habría de conocerlo en el Brasil donde estaba radicado.

Las conferencias de Le Corbusier fueron parcialmente publicadas, obteniendo eco en sectores del mundo intelectual como Victoria Ocampo que le publicaría artículos en “Sur” y en María Rosa Oliver que comentaría su obra (65). De todos modos el impacto de la presencia de Le Corbusier se manifiesta sobre todo en la prolongación de sus ideas con la integración de Juan Kurchan y Ferrari Hardoy en su atelier parisino para realizar el “Plan de Buenos Aires”, una ciudad a la que “el maestro” había visto como un sitio “sin esperanza” aunque luego le prometiera un futuro más singular que el de Nueva York... (66) Como la publicación del Plan de Le Corbusier recién se realiza en 1947, cuando la designación de sus antiguos colaboradores y del exiliado Antonio Bonet en la Oficina municipal del Plan Regulador ya los convertía en funcionarios con posibilidad de concretarlo, los debates en cuanto a sus propuestas fueron ya tardíos en el tiempo.

No tenemos certeza si Ernesto Estrada asistió a las conferencias de Le Corbusier o si, como sucedería con Lucio Costa en el Brasil, estuvo voluntariamente al margen de las mismas (67). Lo cierto es que su visión urbanística poco tendría que ver con las primicias que el Maestro esbozaba en 1929, al impulso de su grandilocuente Plan Voisin (1925) que proponía un urbanismo de tierra arrasada y altas densidades que era refutado por los urbanistas tradicionales de Francia.

La lectura del urbanismo del CIAM, del “corazón de la ciudad”, de las grandes avenidas y de las satélites “villes radieuses” corbusieranas parecían tener más eco en las ciudades dinámicas y con fuerte proceso de transformación como las latinoamericanas. La obra que en 1936 emprenden Ernesto Vautier y los Ingenieros Palazzo y Holoubeck con la traza del “parkway” de la Avenida general Paz definiendo el perímetro urbano de la ciudad, muestran la viabilidad de tales operaciones. Por suerte los proyectos de vasta escala de las propuestas de los CIAM como las intervenciones de Le Corbusier y Sert en Bogotá (1947) o las de Sert en La Habana (1959) y las de Bonet en Buenos Aires (1966) quedarían nada más que en papeles porque de otra manera hubieran arrasado los centros históricos de nuestras ciudades.

En 1931 arribaría a la Argentina Werner Hegemann (1881-1936) invitado por los “Amigos de la ciudad” un urbanista de fina percepción que, acompañado por Carlos María della Paolera, dictara cursos en Buenos Aires, Rosario y Mar del Plata y al que muy probablemente escuchara Ernesto Estrada antes de su viaje de estudios a Francia y Alemania (68). La insistencia de Hegemann en una crítica constructiva sobre el Código de Buenos Aires de 1928 y la carencia de espacios verdes, marcaría una manera razonable de analizar la ciudad desde su realidad antes que imponer una nueva teoría desde los modelos externos. En coincidencia con estas posturas el austríaco Karl Brunner desarrollaría en Chile un nuevo plan para Santiago (1933) buscando articular el centro histórico, las expansiones del siglo XIX y los crecientes suburbios en una manera armónica. Brunner editaría luego en Colombia (1939) dos magníficos tomos de su “Manual de Urbanismo” donde articula su pensamiento europeo con ejemplos latinoamericanos desde una perspectiva más comprometida con la región (69). Su tarea continuaría en Bogotá y en Panamá.

Hacia 1946 la presencia del fraile dominico Joseph Louis Lebret generaría importantes trabajos de planificación a escala regional en Colombia y el Brasil, pero a la vez movilizaría en todos los países la creación de los grupos de urbanistas de visión social-cristiana dentro de los Centros de Economía y Humanismo a los cuales estuvieron vinculados figuras como Luis Morea y Jorge Enrique Hardoy en Argentina o Juan Pablo Terra y Antonio Cravotto en el Uruguay.

Gastón Bardet (1907-1989) se había graduado en París en 1930 con una tesis sobre el urbanismo en la época de Mussolini (70). Trabajaría junto a Gréber en la Exposición Internacional de 1937 y luego enseñaría en el Instituto de urbanismo y conduciría la Sociedad de Urbanistas. Participó en el Plan de Vichy (1939-1942) y creó el Instituto Superior de Urbanismo de Bruselas (71). Con una visión humanista del urbanismo Bardet replanteó las antiguas líneas del “arte urbano” para entroncarlo en las corrientes de mayor contenido social e integradora de los aspectos cotidianos de la vida urbana. Tuvo un destacado papel como difusor de los temas urbanísticos y dictó conferencias en Argelia, Argentina, Brasil Chile y México (72). A Bardet le tocó asumir las banderas de Marcel Poete y el papel de dar continuidad al “genio” francés que había encontrado en su proyección de las ideologías urbanistas en las Américas una manera de paliar su decadencia luego de las dos guerras mundiales. Por ello habiendo superado intelectualmente la escuela del “arte urbano” no se desprende totalmente del “haussmanismo mejorado” que imperaba en los 40 en la SFU y en la enseñanza del ISU. En 1948 uno de los temas de trabajo práctico que se tomaba ern el Instituto en su nueva versión internacional era sobre el “quartier résidentiel” de Belgrano en Buenos Aires. Un año más tarde Bardet visitaba Buenos Aires y Chile impartiendo conferencias y ayudando a crear el Instituto de Urbanismo en la Universidad de Buenos Aires (73).

Los precursores argentinos: Martín Noel, Benito Carrasco y Carlos María della Paolera

En este espíritu de la composición academicista habían abrevado argentinos como Martín Noel, graduado en París en 1913 y Carlos María della Paolera, egresado de París en 1927 y que fundaría entre 1929 y 1933 las primeras cátedras de Urbanismo en las Escuelas de Arquitectura de Rosario y Buenos Aires. En ese mismo año se crearía por el arquitecto Alberto Schade, el primer curso de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile y lo propio haría Mauricio Cravotto en la Facultad de Montevideo (74).En 1938 Martín Noel presentaba su proyecto de ley de Urbanismo recogiendo a experiencia francesa y su propio trabajo del Plan de Estética Edilicia que había desarrollado en Buenos Aires entre 1923 y 1928 (75).

En el caso de Noel la preocupación por conciliar las ideas mecanicistas de la modernidad con la persistencia de los valores y modos de vida tradicionales, se encauzó por el rescate de las antiguas recetas del academicismo, mientras que en un caso más radicalizado, Ángel Guido planteaba “la reargentinización edilicia por el urbanismo” con sus proyectos de renovación urbana pasa Salta y Tucumán (76). A su vez en directo contacto con Tony Garnier, Alberto Prebisch y Ernesto Vautier precursores de la vanguardia modernista en la Argentina presentaban en 1924 su proyecto para “La ciudad azucarera en Tucumán” que obtuvo un Premio en el Salón Nacional de Bellas Artes. Prebisch, Vautier, como Luis Barragán en México estaban también muy impactados por la arquitectura popular |de Andalucía y el norte de África (Marruecos y Argelia y La Alambra de Granada (77).

Martín Noel tuvo en sus manos un momento singular, ya que su hermano era Intendente de Buenos Aires y él mismo presidía la Comisión Nacional de Bellas Artes y en tal carácter se integró a la Comisión de Estética Edilicia de Buenos Aires (1923) que incluía al arquitecto francés René Karman, al italiano Conde de Morra (Presidente de la Sociedad de Arquitectos), el Ingeniero Víctor Spotta de Obras Públicas de la Municipalidad y al Ingeniero Sebastián Ghigliazza (Ministerio de Obras Públicas de la Nación), actuando como dibujante Ernesto Vautier que recién regresaba de París y como asesor paisajístico Jean Nicolas Forestier. El “Proyecto Orgánico para la Urbanización del Municipio” recopilaba iniciativas y recogía diseños del francés Norbert Maillart y del italiano Gaetano Moretti. Si bien nunca existió un organismo técnico de aplicación de estas propuestas es evidente que ellos influyeron el Reglamento de construcción de 1928 y en menor medida el Código de Edificación de 1944. Noel si dudas estaba atento a la evolución de las ideas de la modernidad, pues ya en 1927 comentaba el Plan Voisin de Le Corbusier (1925) y la “Ciudad Industrial” de Tony Garnier (1922) (78). Probablemente el “Plan Noel” como se lo conoció desde entonces estaba todavía más preocupado de los valores del “arte urbano” que de las circunstancias sociales y de carencia de vivienda que vivía la ciudad y por ende tenía una óptica condicionada por los tres grandes temas del academicismo francés antes que a la propia circunstancia. A pesar de ello se planteaban la existencia de “Barrios obreros” suburbanos

Sin embargo, Noel reivindicaba la sensibilidad humanista de la concepción de la ciudad que venían desarrollando Camilo Sitte o Raymond Unwin, retomando una vertiente más próxima a la “ciudad jardín” que al mecanicismo racionalista. Reclamaba un respeto a las tradiciones pues el “arte que rompe con la vida nacional y popular pierde su verdadero carácter” (79). También trató Noel a Werner Hegemann en su visita a la Argentina en 1931 y tenía en su biblioteca las obras más importantes de este urbanista alemán. Con este bagaje y sus propias experiencias arquitectónicas, Noel – en su condición de Presidente de la Comisión de Obras Públicas de la Cámara de Diputados de la Nación- presentó un Proyecto de Ley para la creación de la Dirección Nacional de Urbanismo en 1939 (80). En el mismo se buscaba conciliar “los problemas de la ciudad moderna, con los derivados del mantenimiento del carácter histórico-estético de las ciudades” (81).

En una línea más renovadora se manifestaban en la década del 30 los arquitectos Ernesto Vautier y Fermín Bereterbide quienes reclamaban mayor apoyo a la Oficina Técnica del Plan creada en 1932 y fundamentaban sus propuestas urbanas en los textos de Le Corbusier, Hegemann, Tony Garnier, Adams, Nolen, Unwin, Koestner y Koch entre otros (82).

Benito Javier Carrasco (1877 – 1958) procedía de otro campo: era Ingeniero Agrónomo y paisajista, pero como Forestier (con quien disputó en sus propuestas para Buenos Aires) incursionó en el urbanismo (83). Formado junto a Charles Thays se graduó en 1900 con una tesis sobre especies arbóreas nativas que se conservaban en el Jardín Botánico de Buenos Aires. Tempranamente, luego de un viaje a Europa y Estados Unidos comenzó la difusión de sus ideas abogando por un urbanismo que dejara de lado tanto a los proyectos faraónicos como a los profesionales extranjeros que venían a ofrecer servicios sobre modelos externos sin el conocimiento de la realidad concreta sobre la que debían operar (84). La negativa a la contratación de Chaussemiche fue una de las consecuencias de estas posiciones de un grupo de técnicos y legisladores argentinos (85).

Carrasco trabajó desde 1900 en la Dirección de Parques de la Municipalidad de Buenos Aires que pasará a dirigir entre 1914 y 1918. Activo militante cívico su acción fue entonces de gran trascendencia para la construcción del Rosedal de Palermo, el equipamiento de Jardín Botánico y para la iniciativa de la Costanera Sur y el tratamiento de la ribera norte. En 1923 publicó su tratado de “Parques y Jardines” (86). Fue el creador de la Cátedra de Planificación de Parques y Jardines en la Facultad de Agronomía y Veterinaria y miembro fundador, en 1925, de la Asociación de Amigos de la Ciudad (87). En 1935, mientras Estrada estaba estudiando en Francia, Carrasco proponía en el Primer Congreso Argentino de Urbanismo que se creara en Buenos Aires un Instituto de Altos Estudios Urbanos y Administración Municipal en una línea bastante semejante a la del ISU.

Della Paolera por su parte venía publicando trabajos sobre urbanismo desde 1916 y analizaba en 1920 el Plan Regulador de París en cuyo concurso el año anterior habían participado los más connotados urbanistas de la SFU y los profesores del ISU. Participa activamente en el Congreso de la Habitación en Buenos Aires (1920) y en 1924 parte hacia Francia donde recibirá los cursos en el Instituto Superior de Urbanismo (88). Allí tomará contacto con las novedades de los textos de Edmond Joyant, Marcel Poete y sobre todo los de Pierre Lavedan que abre las compuertas de la historia del urbanismo (89). También será testigo de la reorganización de las entidades de la “Ciudad Jardín” que fundan la “International Federation of housing and town planning”. La tesis de della Paolera fue dirigida por Marcel Poete mostrando justamente el peculiar interés por la comprensión histórica de los fenómenos urbanos como fundamento para la formulación de un Plan para Buenos Aires (90).

La formación de la cátedra de Urbanismo en 1929 en Rosario, luego en 1933 en la Universidad de Buenos Aires y la creación de la Oficina Técnica del Plan de Urbanización en la Municipalidad de Buenos Aires (1932) todas a cargo de Carlos María della Paolera a su regreso de París, serían hitos claves que le permitirían desarrollar un programa de acción para la urbanización regional (91). Siguiendo la tradición integradora del “Plan” que sostenían sus profesores del ISU como Agache, Jaussely o Rey, della Paolera aborda simultáneamente los aspectos vinculados a la vivienda, los sistemas de circulación, las zonificaciones de áreas industriales y de equipamiento y la distribución de los espacios públicos de parques y plazas (92). Interesado por los puntos de vista biologistas de Geddes concibe la ciudad como un organismo vivo al cual debe tratarse mediante una visión organicista (93). Concatenando parcialmente las gestiones con el Ministerio de Obras Públicas (con quien luego sostendrá un largo pleito por la Avenida 9 de Julio), Della Paolera logra articular el área metropolitana a través del Puente Uriburu (hoy Alsina) y perfeccionar el Puente Avellaneda sin por ello lograr una planificación integral con el Gran Buenos Aires (94).

Fue justamente el debate sobre la apertura de la Avenida 9 de Julio el que marcaría el denodado esfuerzo del urbanista por lograr una vía rápida y libre que configurara un nuevo eje urbano. La discusión sobre la demolición total o parcial de la manzana, se tiñó no solamente de conceptos de “arte urbano” sino que apuntó a la vez a la rentabilidad de tierra urbana central para el municipio. Della Paolera conseguiría con su Park Way urbano superar las visiones más fragmentarias de Otaola, Bereterbide y Vautier o evitar la grandilocuencia clasicista del proyecto de “monumentalización” de Ángel Guido (95). La eficacia de la acción municipal de José Estévez permitió la apertura del nuevo espacio vial y cívico en corto plazo (96). Esta eficacia inicial se prolongará morosamente en el tiempo para una obra que tardaría 60 años en concluirse.

La complejidad de la tarea supera probablemente la notable capacidad de trabajo de della Paolera pues no puede alcanzar a precisar todos los niveles que requería esta integración del Plan Regulador, mientras que las voluntades políticas y los conflictos administrativos limitaban las posibilidades operativas de la Oficina que conducía. Los vicios de legitimidad del propio gobierno no fueron menos importantes en los efectos de esta gestión (97).

Un papel esencial tendría della Paolera en la articulación del urbanismo argentino con el exterior. Si podemos atribuir a Martín Noel la presencia de Jean Claude Nicolás Forestier en Buenos Aires en 1924 no menos cierto es que las visitas de Marcel Poete, León Jaussely (1926), Jacques Lambert (1929) Alfredo Agache (1930), Werner Hegemann (1931) y Gastón Bardet (1949) estarían directamente vinculadas a gestiones de della Paolera y a su esfuerzo para atender la creación de los escenarios adecuados para las mismas (98). La creación en 1939 de un Instituto Argentino de Urbanismo y luego en 1946 del Curso Superior de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires señala uno de los hitos de su fecunda tarea (99). Su reconocimiento se potencia cuando della Paolera crea el símbolo del urbanismo, adoptado por el Congreso de Urbanismo de 1935 y fija el 8 de noviembre como el “Día del Urbanismo” que es aceptado y celebrado a escala universal comenzando por el Congreso de Urbanismo de Benzacon de ese mismo año 1935.

Evidentemente la segunda guerra mundial habría de cambiar el rumbo propositivo y volcaría a muchos urbanistas franceses a la tarea de la reconstrucción urbana y a la acción efectiva desde las oficinas técnicas del Estado. Será el tiempo de las propuestas vinculadas a las corrientes de las Conferencias Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM), a los intentos de renovación urbana y al papel protagónico de una nueva generación de urbanistas entre los cuales se contaban Robert Auzelle y Gastón Bardet que habría de visitar la Argentina y tendría un papel relevante en el fortalecimiento del Curso Superior de Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. por sobre ellos las ideas de Le Corbusier teñían la enseñanza de la arquitectura y el urbanismo de la segunda mitad del siglo.

notas

1
SENILLOSA, Felipe. Leyes de expropiación necesarias y embellecimiento de la ciudad de Buenos Aires por medio de empresas particulares. París, Tipografía Best, 1875. Sobre la presencia de los urbanistas europeos en América Latina debe consultarse el libro de ALMANDOZ, Arturo (ed). Planning Latin America´s Capital Cities. 1850-1950. London, Routledge, 2002. También el número de homenaje de la Revista Documentos de Arquitectura Nacional y Americana (DANA) N° 37/38 que dedicamos a Jorge Enrique Hardoy. Buenos Aires, 1995 y GUTIÉRREZ, Ramón. “Modelos e imaginarios europeos en el urbanismo americano 1900-1950”. In: Revista de Arquitectura N° 8. Santiago, FADU. UCh,1996. También NOVICK, Alicia. “Técnicos locales y extranjeros en la génesis del urbanismo porteño”. In: Área. Buenos Aires, FADU- UBA, 1992. Un reciente trabajo de Arturo Almandoz sobre “Historiografía urbana en Latinoamérica: del positivismo al posmodernismo” abarca comprensivamente los enfoques historiográficos sobre el tema de las transferencias de ideas y proyectos.

2
CERDÁ, Ildefonso. Teoría general de la urbanización. Reforma y ensanche de Barcelona. (1867). Barcelona, Instituto de Estudios Fiscales, 1971, 3 Volúmenes; STUBBEN, Joseph. Der Stadtebau. Darmstadt, A. Bergstraher, 1890; UNWIN, Raymond. Town Planning in Practice.An introduction to the art of desingning cities and suburbs. London, T. Fisher, 1909.

3
En dicho Plan estuvieron los ingenieros Carlos María Morales, Carlos Olivera, el arquitecto Juan Antonio Buschiazzo y el agrimensor Eduardo Castex. Véase GUTIÉRREZ, Ramón. Buenos Aires. Historia urbana. Bogotá, Escala, 1992.

4
THAYS, Carlos; RAPOSO, Alexandre. Carlos Thays. Sus escritos sobre jardines y paisajes. Buenos Aires, La Ciudad Argentina.

5
Sobre el particular ver BOUVARD, Joseph; PICCARD, Alfred. Paris Exposition reproduced from oficial photographs taken under the supervisión of French Governement for permanente preservation. New York, S. Peale ando Co, 1900; MUNICIPALIDAD DE BUENOS AIRES. El nuevo plano de la ciudad deBuenos Aires. Buenos aires, Talleres Gráficos de la Penitenciaría Nacional, 1910; BERJMAN, Sonia. Plazas y parques de Buenos Aires: la obra de los paisajistas franceses. André, Courtois, Thays, Bouvard, Forestier, 1860-1930. Buenos Aires, FCE, 1998; BERJMAN, Sonia. “Proyectos de Bouvard para el Buenos Aires del Centenario: Barrio, plazas, hospital y Exposición”. In: Documentos de Arquitectura Nacional y Americana (DANA) N° 37/38. Buenos Aires, 1995; TARTARINI, Jorge. “El Plan Bouvard para Buenos Aires (1907 – 1911). Algunos antecedentes”. In: Anales del Instituto de Arte Americano N° 27/28. Buenos Aires, IAA-UBA,1992. OUTTES, Joel. Disciplining society through the city: The genesis of City planning in Brazil anda Argentina (1894-1945). Ponencia presentada en Helsinki 22/5/2003. Ver www.helsinki.fi/hum/ibero/simposio/.

6
BRUANT, Catherne (Dir). De l´art urbaine a l´urbanisme: les batisseurs de la cité moderne. París, Ministere de l´enviroment et du cadre de vie. Direction de l´architecture, 1981.

7
GUTIERREZ, Ramón. “La Nueva Guayaquil. (1906). Entre la utopía y la modelística”. Revista Trama Nº 48. Quito, Ecuador, 1989.

8
HAUSSMANN, Georges Eugene. Mémoiresdu baron Haussmann (1853-1870). Grands travaux de Paris. París, Guy Durier, 1979. DES CARS, Jean; PINON, Pierre. París – Haussmann. “Le Pari d´Haussmann”. París, Picard Editeur, 1991. Ver también LEVRON, Jacques. Grands travaux, grandes architectes du passé. París, Ed. Moniteur, 1980. REAU, Louis; LAVEDAN, Pierre y otros. L´Oeuvre du Baron Haussman, prefet de la Seine (1853-1870). Paris, PUF, 1954.

9
WIECZOREK, Daniel.Camillo Sitte et les débuts de l´urbanisme moderne.Architecture / Recherches. Bruxelles, Pierre Mardaga Editeur, 1981. La edición más importante en francés de la obra de Sitte fue la realizada en 1918 y comentada por Camille Martín que tuvo directa influencia en los urbanistas de ese tiempo.

10
COLLINS, George; COLLINS Christiane. Camillo Sitte y el nacimiento del urbanismo moderno. Barcelona, Gustavo Gili, 1980.

11
BENÉVOLO, Leonardo. La ciudad europea. Barcelona, Crítica, 1993, p. 205.

12
DREW EGBERT, Donald. The Beaux Arts tradition in french architecture. Illustred by the Grands Prix de Rome. Princeton, Princeton University Press, 1980.

13
GUADET, Julien. Elements et théorie de l´Architecture. París, Librairie de la Construction Moderne, 1910, 4 Volúmenes; BARBEROT, E. Histoire des styles d´Architecture dans tous es Pays depuis les temps anciens jusqu´a nos jours. París, Baudry et Cie, 1891, 2 Volúmenes; CLOQUET, Louis. Traité d´architecture. París, Baudry et Cie, 1898-1901, 5 Volúmenes; GROMORT, Georges. Initiation a l´architecture. París, Flammarion, 1938; GUTTON, André. Conversations sur l´Architecture.Cours de Théorie de l´Architecture professé a l´École Nationale Superieure des Beaux Arts. Paris, Vincent Freal, 1952-1962, 6 volúmenes.

14
Marcel Auburtin obtuvo en 2° Gran Prix de Rome en 1897 y realizó el Palacio de Tierra y Mar en la Exposición de París de 1900. Participó activamente en la reconstrucción de ciudades devastadas y luego realizó una ciudad jardín en Reims (1919-1922). Escribió con Henri Blanchard La cité de demain dans las regions devastées. Paris. Armand Colin. 1917.

15
FORESTIER, Jean Claude Nicolas. Grandes villes et systémes de parcs. Paris, Hachette, 1906; LECLERC, Benedicte (ed.). Jean Claude Nicolás Forestier (1861-1930). Du jardín au paisaje urbain. París, Picard, 1994; HÉNARD, Eugene. Etudes sur les transformations de Paris, et autres écrits sur l´urbanisme (1903-1910). París, L´Esquerre, 1982; PROST, Henri. L´Oeuvre de Henri Prost. Architecture & Urbanisme. París, Academie d´Architecture, 1960; FREY, Jean Pierre. “Henri Prost (1874-1959), parcours d´un urbaniste discret (Rabat, París, Istambul)”. In: Urbanisme N° 336. París, Mayo-Junio, 2004; TALAMONA, María Ida. Henri Prost son activité d´architec urbaniste de Rome au Maroc. 1902-1922. París, MULT, 1985; Edouard Redont fue un paisajista reconocido que hizo el parque Carol de Bucarest y trabajó muchos años en Reims donde falleció. Junto con Agache y Auburtin escribieron en 1915 el trabajo “Comment reconstruire nos cités détruits” que sirvió de base para las operaciones urbanas de la posguerra. AGACHE, Alfred. Grand Istambul. Un programme d´urbanisation. Stamboul, Imprimerie Selamet, 1934. Agache publicó en Argentina un artículo sobre “El urbanismo y la arquitectura en los Soviets”, justamente en la época en que Estrada trabajaba con él en París, por lo que no descartamos que haya servido de puente para el envío. Véase Revista de Arquitectura N° 147. Buenos Aires, marzo de 1933. Es interesante ver la posición de Agache de crítica al funcionalismo racionalista allí expresada.

16
Tal el caso de los estudios de Saturnino de Brito para Santos (1894), Vitoria (1896) y Recife en el Brasil donde aparecen esbozadas precursoramente ideas de ciudad-jardín y de zonificación urbana.

17
HÉNARD, Eugene. “The cities of future”. RIBA Transactions. London, 1911; WOLF, Peter. “Eugene Hénard and the beginning of urbanism in Paris. 1900-1914”. In: The Journal of the Society Architectural Historians. Vol. 30, N° 2. Mayo, 1971. Hénard graduado en 1880 trabajó en la Exposición Universal de 1889 y también en la de 1900 donde construyó el Palacio de la Electricidad y propuso la destrucción del Palacio de las Industrias (1889) para hacer obras de renovación urbana.

18
AAVV. Gestión urbana europea. Madrid, Ayuntamiento de Madrid, 1986.

19
En este aspecto la influencia de os agrimensores desde el siglo XIX fue notable. En Francia desde 1900 existía la Ëcole Supérieure de Topographie et de Géométrie Urbain (EST). Allí se enseñaba en 1922 materias como “Plan de Villes” y “Aménagement des villes” impartidas por el tratadista Joyant. Véase VACHER, Hélene. L´École Supérieure de Topographie et de Géometrie urbain (1900-1939). Les debuts de l´enseignement technique de l´amennagement”. In: www.annalesdelarechercheurbaine.fr. JOYANT, Edmond. Traité d´urbanisme. París, Librairie Eyrolles, 1923, 2 Volúmenes. Este libro estaba en la biblioteca de Estrada.

20
“Las ideas del Profesor L.Jaussely sobre la urbanización de Buenos Aires”. In: Revista de Arquitectura N° 110. Montevideo, Enero de 1927; JAUSSELY, León. Les embellissements de Paris. París, L´Illustration, 1924.

21
TERÁN, Fernando de. Planeamiento urbano en la España contemporánea (1900-1980). Madrid, Alianza Editorial, 1982. Allí Terán señala como Jaussely rechaza la supuesta “monotonía” de Cerdá y proponía un deslumbrante juego de plazas, de paseos y jardines, de avenidas, de salones y terrazas, de edificios grandiosos y de parques.

22
Jacques Lambert pertenece a una camada más joven que colaboraron con Prost en sus trabajos de Marruecos y Turquía, luego estuvo en Santiago de Chile y posteriormente con Rotival en el Plan de Caracas (1937-1939)- Véase LAMBERT, Jacques “Apuntes sobre urbanismo”. In: Revista de Arquitectura y Arte Decorativo N°9. Santiago, Sociedad de Arquitectos de Chile, 1930. [ROTIVAL, Maurice] “Plan Monumental de Caracas. In: Revista Municipal del Distrito Federal N° 1. Caracas. 1939.

23
SEGAWA, Hugo. “1911. Bouvard en San Pablo”. In: Documentos de Arquitectura Nacional y Americana (DANA) N° 37/38. Buenos Aires, 1995; AGACHE, Donat Alfred. “Plan sugerido para una capital federal para la Commonwealth de Australia”. Archivos Australianos. Serie A762. Australia, Canberra. Comentario de John W. Reps, Universidad de Cornell. (jwr2@cornell.edu); GNOATO, Luis Salvador “Curitiba, cidade do amanhá: 40 depois. Algumas premissas teóricas do Plano Wilheim-IPPUC”. In: Vitruvius. arq072_01. San Pablo, 2006; LEJEUNE, Jean Francois y otros. “The city and lanscape. Jean Claude Nicolas Forestier and the great urban works of Havana (1925-1930)”. In: Journal of Decorative and Propaganda Arts N° 22. Miami, 1996; DUVERGER, Heriberto “La insoportable solidez de lo que el viento se llevó. JCN Forestier y la ciudad de La Habana”. In: Documentos de Arquitectura Nacional y Americana N°37/38. Buenos Aires, 1995. SEGRE, Roberto (Ed).Lectura crítica del entorno cubano. La Habana, Letras Cubanas, 1990.

24
León Jaussely había estudiado en Tolouse y luego en París. Obtuvo el Grand Prix de Rome en 1903 y ganó en 1905 el concurso para los enlaces suburbanos de Barcelona. luego había participado con Charles Micod en el concurso para el ensanche de Berlín en 1910.También ganó en 1919 concursos para la extensión de París en sociedad con Roger-Henri Expert y Louis Sollier. En la década de 1920 trabajó en los ensanches de Carcassone, Pau, Grenoble y Tolouse. Fue también Director de Arquitectura de la Exposición Colonial de 1931, símbolo del imperio francés en decadencia y en sociedad con Albert Laprade (1883-1978) proyectó el Museo Colonial en lineamientos eclécticos que mezclaban a los “africanos del norte” con los “algero-tunecinos”. Véase sobre este tema NORTON, Patricia. “Nacional y colonial. Las del DES de Musee en la Exposition Colonial. París. 1931”. In: The Art Bulletin. Liverpool, June 1988. Sobre la actuación de Jaussely en Tolouse (donde había nacido) puede verse AAVV: Tolouse 1920-1940. La ville et ses architectes. Tolouse, École d´Architecture de Tolouse; Ed. Ombres, 1991. Jaussely tradujo al francés la obra de Raymond Unwin.

25
De esta época (1915) datan los textos de Agache y Auburtin de “Comment reconstruir nos Cités Détruites”.

26
PIZZA, Antonio. Londres – París. Teoría, arte y arquitectura en la ciudad moderna. 1841 – 1909. Tomo I. Barcelona, UPC, 1998.

27
www.urbanistes.com
. Texto de Guy Louis Vallet. Historique de la SFU.

28
AGACHE, Donat Alfred. Cidade do Rio de Janeiro. Remodelacao, Extensao y embelezamento. París, Foyer Brésilien, 1930; UNDERWOOD, David. ”Alfred Agache, French sociology, and modern urbanism in France and Brazil”. In: Journal of the Society of Architectural Historians. Vol. 50 N° 2. 1991; BRUANT, Catherine. “L´urbaniste Donat-Alfred Agache (1875-1859)”. In: Urbanisme. París, octubre 2001; CONDE, Luiz Paulo y otros. “Plan Agache: urbanismo de excelencia en los años 20”. Coloquio Francia-Brasil. Río de Janeiro, 27 de septiembre de 1990. Con Agache trabajaría Atilio Correa Lima quien habría de realizar varios planes reguladores para ciudades brasileñas.

29
GUTIÉRREZ, Ramón; GUTIÉRREZ VIÑUALES, Rodrigo “Lo prehispánico en el arte y la arquitectura en América”. In: SCHAVELZON, Daniel; TOMASI, Jorge. La Imagen de América. Los dibujos de arqueología americana de Francisco Mújica Diez de Bonilla. Buenos Aires, Ed. Corregidor., 2005.

30
HOWARD, Ebenezer. Garden cities of tomorrow. London, Faber and Faber, 1902.

31
GEDDES, Patrick. City development: A study of Parks, Gardens and Culture – Institutes. Geddes and Co, 1904; GEDDES, Patrick.The City Beautiful in Theory and Practice. GCTP, 1913; GEDDES, Patrick. Cities in evolution. An introduction to the Town Planning Movement ando to the study of civics. London, William Norgate, 1915.

33
MONTOLIÚ, Cipriano. Las modernas ciudades y sus problemas a la luz de a Exposición de la construcción cívica de Berlín. Barcelona, Sociedad Cívica La Ciudad Jardín, 1913.

33
LEWIS, Nelson (Traducción de LASARTE, José María de). Urbanización. Barcelona, Heinrich, 1917.

34
SORIA Y MATA, Arturo.

35
GRAVAGNUOLO, Benedetto. La proggetazione urbana in Europa. 1750-1960. Bari, Laterza, 1991.

36
HARDY, Dennis. From Garden Cities to New Towns. Compaigning fot town and country planning. 1899-1946. Oxford, Alexandrine Press, 1991.

37
JIMENO, Alfonso. Conservación de los valores arquitectónicos locales, a través de la edificación moderna en las ciudades de Bélgica y Holanda. Trabajo de Pensionado (Real Orden de 1923). Madrid, 1932.

38
UNWIN, Raymond. Cottage plans and common sense. London, Fabian Society, 1902. Con Barry Parker Unwin había escrito The art of building a home. London, Longman, 1901. Barry Parker realizaría barrios jardín en San Pablo (Brasil).

39
En 1907 se había formado la “Garden City Association of America”.

40
ADAMS, Thomas. Urban planning and development. A study of rural conditions and problems in Canadá. Ottawa, Commission of Conservation Canada, 1917.

41
UNWIN, Raymond. L´Etude pratique del plans des Villes. Introduction a L´Art de dessiner las plans d¨amenagement et d´extension. Paris, Librairie Centrale des Beaux Arts, 1922.

42
GRAVAGNUOLO, Benedetto. Op. Cit. Nota 22. Leslie Patrick Abercrombie estudió en Manchester y Liverpool donde se graduó en 1907. Hizo estudios sobre Berlín en 1913. Fue profesor en Liverpool entre 1915 y 1935 y luego continuó en Londres. En 1916 atendió al rediseño urbano de Dublín y trabajaría en los años siguientes en Edimburgo, Bath, Plymouth y, en sus últimos años, en Hong-Kong y en Addis Abeba (Etiopía). Formó en 1926 el Consejo de Preservación Rural de Inglaterra. Fue el principal proyectista de la reconstrucción de Londres en 1943-1944. Fue un difusor extraordinario de las ideas urbanísticas publicando numerosos libros. Entre ellos Town and country planning. Oxford University Press. London, 1943. Con J. Paton Watson, A Plan for Plymouth. The report prepared for the City Council. London, Underhill, 1943. Con J. H. Forshaw, County of London Plan prepared for the London County Council. London, Mac Millan, 1943. El Greather London Plan 1944. London, Her Majesty´s Stationery Office, 1945. Una edición más reciente de su obra es Early Urban Planning. Newcastle, Routledge, 1998.

43
MERLIN, Pierre; CHOAY, Francois. Dictionnaire de l´urbanisme et de l´Aménagement. París, Presses Universitaires de France, 1988.

44
BENOIT-LEVY, Georges. Cités Jardin d´Amerique. París, Henri Jouve, 1905. Un ejemplar de esta edición estaba en la biblioteca de Estrada, BENOIT-LEVY, Georges. Le cité Jardin. París, Editions des cités jardins de France, 1911. BENOIT-LEVY, Georges.Cités Jardins 1932. Nice, GBL, 1932

45
GÓMEZ TOVAR, Luis; GUTIÉRREZ, Ramón; VÁZQUEZ, Silvia. La ciudad anarquista americana de Pierre Quiroule. (1914). Madrid, Tuero, 1992

46
ALMANDOZ, Arturo. “The garden city in the early twentieth-century Latin America”. Urban History N° 31. Cambridge, Cambridge Press, 2004; FIGUEROA, Jonás. “La ciudad lineal en Chile. (1910-1930)”. In: Documentos de arquitectura Nacional y Americana (DANA) N° 37/38. Buenos Aires, 1995

47
Agradecemos muy especialmente a Claudia Damasceno y a Jean Pierre Frey por la información sobre el Instituto. Véase CALABI, Donatella. Parigi anni venti. Marcel Poete e le origini della storia urbana. Venecia, Marsilli, 1997; CALABI, Donatella. “Marcel poete: pioneer of “l´urbanisme” and defender of “l´histoire des villes”. In: Planning Perspectives. Vol. II, N° 4. London, Routledge, 1996.

48
POETE, Marcel. París. L´art a Paris a travers les ages. Paris, Nilsson, 1924; POETE, Marcel. Introduction a l¨Urbanisme. L´Evolution des villes, La lecon de l¨Antiquité. Paris, Boivin, 1929. Un ejemplar de este libro se encontraba en la Biblioteca de Estrada.

49
Utilizamos para la redacción de esta parte el trabajo de Laurent Coudroy de Lille “Histoire de l´IUP- Eléments chronologiques.” (Edición revisada en 2002).

50
CHEVALIER, Gérard. “L´entrée de l´urbanisme a l´Université: La cr+eation de l´Institute d´Urbanisme (1921-1924)”. In: Geneses N° 39. Paris, Belin, 2000-2002. Véase también BAUDOVI, Rémi. La naissance de l École des hautes études urbaines et le premier enseignement de l´urbanisme en France des années 1910 aux années 1920. Paris, École d´architecture Paris – Villemin – ARAU, Paris VIII, 1988 Entre los profesores Louis Rolland (1877-1956) era un organizador de Institutos Populares de orientación socialcristiana y escribió sobre derecho administrativo y el curso sobre autonomía municipal en Inglaterra y estados Unidos que dictaba en el ISU. William Oualid era especialista en seguridad social y radujo obras deprincipios económicos para la aplicación en la industria, asi como sobre salarios y convenios colectivos. Edouard Fuster era Profesor del Colegio de Francia y un destacado higienista y cooperativista que abordaba los temas de salud y seguridad social habiendo ejercido como Secretario de la Asociación Internacional para el Progreso Social.

51
Henri Prost graduado en París obtuvo el Grand Prix de Rome en 1902 y trabajó varios años con Eugene Henard. Diseñó en 1910 el plan de extensión urbana de Anvers. Louis Bonnier autor del reglamento de París en 1902 se opuso al urbanismo de fuertes intervenciones de Haussman y optó por mayores grados de libertad propiciando acciones más cercanas a las adoptadas en Berlín. Véase MARIE, Francois. Louis Bonnier (1856-1946). París, Madarga, 1988. Tanto Prost como Bonnier estuvieron en el Jurado que aprobó la Tesis de Estrada.

52
Robert Auzelle se graduó en París en 1936 y realizó su tesis sobre “Acondicionamiento de los cementerios” en el Instituto Superior de Urbanismo en 1942. Fue el sucesor de Jacques Gréber como profesor de composición urbana a partir de 1946. Desde 1947 dirigía el Centre de recherche d´Urbanisme (CRU). En la posguerra trabajó en la reconstrucción de ciudades en la Bretaña y en la década del 50 en las ciudades de Porto y Aveiro en Portugal.

André Gutton, diplomado en 1927, trabajó con su padre Henri, luego de un viaje a Alemania en el conjunto de viviendas obreras de Trapees donde desarrolló un interesante diseño de las viviendas colocadas a 45° (1931). En 1937 colaboró con Villanueva y Malaussena en la construcción del Pabellón de Venezuela en la Exposición de París ya demolido. Redactó en 1941 La Charte de Urbanisme que tuvo amplia difusión. En sus proyectos urbanos mantendría las ideas del academicismo beaux arts como puede apreciarse en su Plan para Aleppo en Siria (1952) donde afecta la traza histórica de la ciudad aunque su proyecto se hizo solo parcialmente. Escribió sus Cursos de Teoría de la Arquitectura dictados en la École des Beaux Arts entre 1952 y 1962 que fueron publicados en seis tomos.

53
Institut International et Supérieur d´Urbanisme Appliqué (ASBL)
. París, Direction des Etudes, 1954.

54
Paul Philippe Cret fue una figura destacada de la arquitectura norteamericana, Egresado de Lyon y luego de la École des Beaux Artes arribó a USA en 1903 para enseñar arquitectura en Pennsylvania. Regresó a defender a su país en la Gran Guerra y retornó luego a Estados Unidos donde diseñó en 1926 el Hartford County Building y posteriormente el Campus y los edificios de la Universidad de Texas en Austin.. Véase DREXLER, Arthur. The Architecture of the École des Beaux Arts. New York, Museum of Modern art, 1976.

55
GRÉBER, Jacques. L´architecture aux Etats Unis. Treuve de la force d´Expansion du genie francais. París, Payot et Cie, 1920, 2 Volúmenes.

56
El tema del espacio público alcanzó relieve en esta época. En España con motivo de celebrarse el XI Congreso Nacional de Arquitectos (primero de Urbanismo) en 1926 se publicó un texto sobre “El problema de los espacios libres. Divulgación de su teoría y notas para su solución práctica”.

57
GRÉBER, Jacques; MARTÍN, Henri. Exposition 1937. Pavillions Francais. In : Art y Architecture. París, 1937. (Fueron cuatro volúmenes dedicados a los pabellones franceses, a los Regionales, a la sección de Extranjeros y a la Decoración Interior). LAPRADE, Albert. L´Exposition de Paris (1937). Paris, librairie des Arts Décoratifs, 1937; CALVO TEIXEIRA, Luis. Exposiciones universales. Barcelona, Editorial Labor, 1992.

58
ALIX TRUEBA, Josefina. Pabellón español .Exposición Internacional de París. 1937. Madrid, Centro de Arte Reina Sofía, Ministerio de Cultura, 1987.

59
CHANDLER, Arthur. “Confrontation. The Exposition Internationale des Arts et Techniques dans la vie moderne.1937”. In: Worlds Fair. Vol. VIII. 1988. GRÉBER, Jacques. “La lecón de l´Exposition de 1937”. In: L´Architecture d´Aujourd´hui. París, 1937.

60
SICA, Paolo. Historia del Urbanismo. Siglo XIX. Vol. 2. Madrid, Instituto de Administración Local, 1981. GRÉBER, Jacques. Plan for the National Capital: General Report submitted to the National Capital planning Comité. Ottawa, National Capital Planning Service, 1950.

61
LORTIE, André. Jacques Gréber (1882-1962) el l´urbanisme. Le temps el l´espace de la ville. París, Université París XII Val-de-Marne, 1997 Hay un número de “Urban History Review” (Toronto.Volumen XXIX N° 2) de Marzo de 2001 dedicado a los trabajos de Gréber con estudios de David GOrdon, Isabelle Gournay, Danilo Udovicki-Selb y León Plogaerts.

62
Benjamín Chaussemiche, discípulo del paisajista André y del arquitecto Laloux fue un Grand Prix de Rome en 1893 y estudió en Roma pensionado en la Villa Médici. Construyó el Chatel Guyon en 1903 y era Conservador del conjunto de Versalles en 1908. Maillart había obtenido un 2° Grand Prix de Rome en 1881.

63
Esta situación parece haber sido diferente en Uruguay y en el Brasil. Véase PEREZ OYARZÚN, Fernando y otros. Le Corbusier en Sudamérica, viajes y proyectos. Santiago de Chile, PUC, 1991. TSIOMIS, Yannis (ed). Le Corbusier, Río de Janeiro, 1929, 1936. Río de Janeiro, Secretaría Municipal de Urbanismo, 1998; DA SILVA PEREIRA, Margareth. “Pensando a metrópole moderna: os planos de Agache e Le Corbusier para o Rio de Janeiro”. In: Documentos de Arquitectura Nacional y Americana (DANA) N° 37/38. Buenos Aires, 1995.

64
Ejemplar de “Precisions sur l´état présent de l´architecture et de l´urbanisme. París, Cres, 1930. que conservamos en el CEDODAL junto a copia de la carta del Ingeniero Butty.

65
NICOLINI, Alberto. “Le Corbusier, Utopía y Buenos Aires”. In: Documentos de Arquitectura Nacional y Americana (DANA) N° 37/38. Buenos Aires, 1995.

66
GUTIÉRREZ, Ramón. “La génesis de la Arquitectura Contemporánea en Argentina (1925-1935)”. In: Nuestra Arquitectura Nº 509. Buenos Aires, 1979.

67
Estrada poseía las primeras ediciones de “Precisions”, “Urbanisme” y de “L¨Art décoratif d´aujourd´hui” publicadas por Le Corbusier lo que indica su interés por su pensamiento.

68
HEGEMANN, Werner . Der Stadtebau nach Ergebnissen der allgemeinen Stadtebau-Ausstellung I Berlin nebst einem Anhang: Die internationale Stadtebau- Ausstellung in Dusseldorf. Berlin, Wasmuth Verlag, 1911- 1913; HEGEMANN, Werner. The American Vitruvius: An architect´s Handbook of Civic Art. New York, Architectural Book Publishing, 1922; HEGEMANN, Werner. City Planning Housing. New York, Architectural Book Publishing, 1936-1938, 3 volúmenes. HEGEMANN, Werner. Problemas urbanos de Rosario. Rosario, 1931; HEGEMANN, Werner. “Sudamerikanische Verkehrsnote”. In: Wasmuyhs Monatshefte. Febrero de 1933; TARTARINI, Jorge. “La visita de Werner Hegemann a la Argentina en 1931”. In: Documentos de Arquitectura Nacional y Americana N° 37/38. Buenos Aires, 1995. CRASEMANN COLLINS, Christiane. Werner Hegemann and the searcho for Universal Urbanism. New York, Norton, 2005.

69
BRUNNER, Karl. Manual de Urbanismo. Bogotá, Imprenta Municipal, 1939, 2 Volúmenes.

70
BARDET, Gastón. La Rome de Mussolini. Paris, Ch. Massin, 1937.

71
COHEN, Jean Louis. “Gastón Bardet un humanisme a visage urbain”. In: Le Moniteur architecture. N ° 44. Paris, 1978.

72
BARDET, Gastón. Pierre sur pierre. Construction du Nouvel Urbanisme. Paris, Editions LCB, 1945. Véase DA SILVA LEME, María Cristina (ed). Urbanismo no Brasil 1895-1965. Sao Paulo, FUPAM; Estudio Nobel,1999.

73
BARDET, Gastón. Conferencias del Profesor Arquitecto Don Gastón Alexis Bardet. Curso de 1949. Universidad de Buenos Aires, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Instituto Superior de Urbanismo, 1949. Hay edición del Curso de urbanismo. 1949. ampliada del año 1958.

74
AAVV. “140 años de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile”. Santiago, Extensión FAU, 1989. PAVEZ, María Isabel. “Precursores de la enseñanza del urbanismo en Chile. Período 1928-1953”. In: Revista de Arquitectura N° 3. Santiago, FAU, UCh, 1992; CRAVOTTO; Antonio (Coord). Mauricio Cravotto. Arquitecto y Urbanista. Montevideo, Editorial Dos Puntos, 1995.

75
NOEL, Martín. Creación de la Dirección Nacional de Urbanismo. Proyecto de Ley del Señor Diputado Nacional Arquitecto Martín Noel. Buenos Aires, 1939. Noel fundamenta su propuesta en conceptos de Poete, Hegemann y Bardet entre otros. MUNICIPALIDAD DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, Comisión de Estética Edilicia. Proyecto orgánico para la urbanización del Municipio. Buenos Aires, Peuser, 1925; GUTIÉRREZ, Ramón; GUTMAN, Margarita, PÉREZ ESCOLANO, Víctor. El arquitecto Martín Noel. Su tiempo y su obra. Sevilla, Junta de Andalucía, Consejería de Cultura, 1995.

76
GUIDO, Ángel. Reargentinización edilicia por el urbanismo. Exposición auspiciad por los Amigos de la Ciudad en ocasión de inaugurarse el Instituto Argentino de Urbanismo. Rosario, Emilio Fenner,1939.

77
GUTIÉRREZ, Ramón (ed). Alberto Prebisch. Una vanguardia con tradición. Buenos Aires, CEDODAL, 1999. Tuvo importancia en estas vinculaciones la acción del arquitecto francés Albert Laprade quien realiza libros de croquis sobre arquitectura popular. En 1926 edita conjuntamente con Jean Gallotti dos tomos sobre “Le jardín et la maison arabes au Maroc”. París, Albert. Levy, 1926 que tuvieron mucha influencia en los americanos que visitaban la región y se encontraban en la biblioteca de Noel.

78
NOEL, Martín “Evolución y carácter de la ciudad: la ciudad antigua, moderna y futura”. Texto mecanografiado y corregido por el autor, 1927. CEDODAL, Archivo Noel.

79
NOEL, Martín. “El arte es documento fidedigno de historia patria. Arquitectura y urbanismo”. In: La Imprenta. Buenos Aires, 12 de julio de 1938.

80
NOEL, Martín. “La Dirección Nacional de Urbanismo”. In: Palabras en acción. Buenos Aires, Ediciones Peuser, 1945, p. 195-210.

81
GUTMAN, Margarita. “Noel y el urbanismo. Ideas, planes y proyectos”. In: AAVV. El arquitecto Martín Noel... Op. Cit., p. 215.

82
BERETERBIDE, F.H.; VAUTIER, E. ¿Que es el urbanismo?. Buenos Aires, Concejo Deliberante, 1933.

83
BERJMAN, Sonia. “El pensamiento de Benito Carrasco hacia una teoría paisajística argentina”. In: Documentos de Arquitectura Nacional y Americana (DANA) N° 30. Buenos Aires, 1991.

84
BERJMAN, Sonia (Comp.). Benito Javier Carrasco: sus textos. Buenos Aires, Orientación Gráfica Editora, 1997.

85
GUTIÉRREZ, Ramón. “Buenos Aires, modelo para armar”. In: Documentos de Arquitectura Nacional y Americana (DANA) N° 37/38. Buenos Aires, 1995.

86
CARRASCO, Benito J. Parques u jardines. Buenos Aires, 1923. Hay reedición del Centro de Estudiantes de Agronomía en 1939.

87
CARRASCO, Benito J. Algunas consideraciones sobre la urbanización de ciudades. Recopilación de artículos publicados por el Ing. Benito J. Carrasco durante los años 1923 a 1926. Buenos Aires, Asociación de Los Amigos de la Ciudad, 1927.

88
NOVICK, Alicia; PICCIONI, Raúl. “Carlos María della Paolera (1890-1960). Los orígenes de la profesión de urbanista en la Argentina”. In: Serie Crítica N° 16. Buenos Aires, IAA-UBA, 1990.

89
LAVEDAN, Pierre. Histoire de l´urbanisme. París, H. Laurens, 1926 (en total realizó tres Volúmenes, los otros dos fueron editados en 1941 y 1954). LAVEDAN, Pierre. Quést-ce que l´urbanisme?. Introduction a l´histoire de l´urbanisme. París, H. Laurens, 1926.

90
DELLA PAOLERA, Carlos María. Contribution a l´etude d ´un Plan d´amenagément, d´embellisement et d´extension de Buenos Aires. Etude sur la évolution de la ville. París, Tesis, 1927.

91
RANDLE, Patricio. (ed). “Introducción”. In: Carlos María Della Paolera. Buenos Aires y sus problemas urbanos. Buenos Aires, OIKOS, 1977; NOVICK, Alicia. “Planes versus proyectos. Algunos problemas constitutivos del urbanismo moderno (1910-1936)”. In: Revista de Urbanismo N° 3. Santiago, FADU, UCh, 2000. DE MARÍA, Enrique. Consideraciones sobre el urbanismo. Buenos Aires, Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, 1934.

92
El tratado de Augustin Rey. La science de “Plan des villes. Une révolution dans l´art de batir, l´Orientation solaire des habitations. París, Jules Meynial, 1921, tuvo una importante difusión en Argentina y América. Véase DELLA PAOLERA, Carlos. Publicación y Decreto aprobatorio del Plasn de Urbanización y Extensión de la Ciudad de Buenos Aires presentado por el Ingeniero Urbanista Carlos M. della Paolera. Buenos Aires, Los Amigos de la Ciudad, 1933.

93
NOVICK, Alicia, PICCIONI, Raúl. “Carlos María della Paolera o la amnesia del urbanismo argentino”. In: Anales del Instituto de Arte Americano N° 29. Buenos Aires, IAA-UBA, 1993. Véase también DELLA PAOLERA, Carlos. Proposal City Planning Department of the city of Buenos Aires. Buenos Aires, Instituto Cultural Argentino Norteamericano, 1938.

94
GUTIÉRREZ, Ramón; ROSEMBERG, Diana. Puente Alsina. Buenos Aires, GCBA, 2002.

95
OTAOLA, Julio. El Centro Cívico de la ciudad de Buenos Aires. Fundamentos de la División Funcional. Buenos Aires, Talleres Gráficos Ferrari, 1933; BERETERBIDE, Fermín. “Proyecto de ejecución de la Avenida transversal de Norte a Sur. Formación de Centros Cívicos Nacional y Municipal. Avenidas a bajo nivel y playas subterráneas de estacionamiento de automóviles”. In: Revista de Arquitectura. Buenos Aires, Septiembre de 1932; VAUTIER, Ernesto. “La reglamentación de las construcciones en la Avenida Norte – Sur. Organización del volúmen edificado, del loteo y del trazado circulatorio”. In: Revista de Arquitectura. Buenos Aires, Junio de 1933. GUIDO, Ángel. Monumentalización funcional de la Avenida 9 de Julio de Buenos Aires. Conferencia pronunciada en el Salón de Actos del Concejo Deliberante el 25 de abril de 1941 bajo los auspicios de Los Amigos de la Ciudad. Buenos Aires, 1941.

96
AAVV. José Estévez. Arquitectura y Obra Pública. Buenos Aires, CEDODAL, 2006.

97
DELL´ORO MAINI, Magdalena. “Avenida 9 de Julio: un itinerario simbólico por la ciudad. Espacio, estado y política en el Buenos Aires de los treinta”. Ponencia presentada a las X Jornadas Interescuelas Departamentos de Historia de Rosario, Septiembre 2005.

98
DELLA PAOLERA, Carlos “Hacia la organización científica de nuestras ciudades. La visita del arquitecto urbanista León Jaussely”. In: La Razón. Buenos Aires, 27 de julio de 1926.

99
DELLA PAOLERA, Carlos; ROCA, Miguel. Instituto Argentino de Urbanismo. Buenos Aires.Una obra de progreso al servicio de la nación. Buenos Aires, 1942.

sobre el autor

Ramón Gutiérrez es arquitecto argentino. Profesor de Historia de la Arquitectura. Consultor de UNESCO para temas de Patrimonio en América Latina. Investigador del Consejo de Investigaciones Científicas de Argentina. Autor de numerosos libros sobre arquitectura iberoamericana. Director del Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana (CEDODAL) en Buenos Aires.

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