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architexts ISSN 1809-6298


abstracts

português
O autor fala sobre os empreendimentos de colaboração binacional entre o Brasil e o Paraguai no campo da arquitetura educativa dos anos 20 aos anos 80, trazendo uma análise pormenorizada do projeto do CEPB, de Reidy

español
El autor habla sobre los trabajos de colaboración binacional entre Brasil y Paraguay en la arquitectura de la enseñanza de los años 1920 a 80, con un análisis más detallado sobre el proyecto del CEPB, de Affonso Reidy


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RODRIGUEZ ALCALA, Javier. Reidy en Cachinga: de la política del café con leche a la geopolítica del hormigón armado. Arquitextos, São Paulo, año 09, n. 097.01, Vitruvius, jun. 2008 <https://vitruvius.com.br/revistas/read/arquitextos/09.097/132/es>.

Tangentes al círculo de altas autoridades políticas y diplomáticas presentes en el acto, niñas y mujeres de pueblo –el empleo del lugar común nos ayuda a situarlas en la escena – también asisten a la colocación de la piedra angular del primer edificio de una futura Ciudad Universitaria (el Colegio Experimental Paraguay Brasil/CEPB, diseñado por Affonso Eduardo Reidy) en la mañana del jueves 27 de noviembre de 1952.

La apariencia de aquellas mujeres no habría de ser muy distinta de la de otras que habitaran similares entornos asuncenos, idealizados en los textos y bocetos de Le Corbusier de veintitrés años antes (1); El propio paisaje (el natural) de Ytápytá Punta –ubicada en el entonces denominado barrio Cachinga- tampoco habría de transformarse significativamente cuando fuera recreado en los grabados y dibujos de Livio Abramo, veintinueve años después (2).

Pero entre esos dos puntos temporales (final de los 20’s e inicios de los 80’s) se extendería un arco de notorias transformaciones económicas, políticas y culturales en la región.

Simplificadas al extremo las cosas: Desde el primer tercio del siglo XX, los estados liberales locales son sucedidos por gobiernos intervencionistas de variada filiación ideológica; En las siguientes décadas, la marcha al este del Paraguay (con la subsiguiente expansión de la frontera agrícola, la fundación del puerto Presidente Stroessner y la construcción del Puente de la Amistad) se haría coincidente con la marcha al oeste del Brasil; A su vez, los emprendimientos hidroeléctricos de Yacyretá e Itaipú propiciarían condiciones conducentes a la formación del Mercosur.

En ese escenario, el proyecto de Reidy, también presente en aquel acto de noviembre de 1952 (3) representa un capítulo de singular importancia.

El entorno

La elección de aquel sitio para las futuras obras (por lo demás irreprochable, ya que es uno de los lugares de mayor cualidad paisajística de la ciudad) tampoco dejaría de resultar sugerente: Se trataba de una zona relativamente marginalizada de Asunción; habitada por la bohemia popular; territorio de factorías, asiento diversa gente de río y sospechado refugio de classes dangereuses, al menos desde la óptica prejuiciosa de ciertos habitantes de la ciudad formal.

Por otra parte, atendiendo a una praxis local de creciente pendularidad geopolítica, ni la imaginación menos fértil pudo haberse sustraído a ficciones novelescas: Dos décadas después de haber transformado radicalmente el orden político brasileño (sustentado, entre otras cosas, en la alternancia minero-paulista en el poder, conocida como Política del Café con Leche y de haber sustituido la centrífuga Vieja Republica por la centralización autoritaria y modernizadora del Estado Novo) , el presidente Getulio Vargas (hijo de un soldado gaúcho de la Guerra de 1870) dispuso la construcción en Paraguay de un colegio de novedad arquitectónica y pedagógica sin precedentes locales; Situado a unos 600 kilómetros del punto más occidental del que diera noticia alguna remota cartografía del siglo XVII, a 24 kilómetros de la antigua Villa Occidental (asiento de las tropas argentinas de ocupación en la posguerra), y a escasos 800 metros de un anteriormente denominado Cementerio Brasileño…Curiosos solapes cromático-geológicos-lingüísticos: El cemento de la piedra angular del CEPB concurriría a amalgamar a futuro aquella piedra roja (en guaraní: Ytápytá), con la piedra blanca (en tupí: Itamaraty)

Antecedentes

Novelas aparte, el CEPB no fue el primer emprendimiento de colaboración binacional en el campo de la arquitectura educativa.

Ya en 1940 el Ministerio de Educación paraguayo había recepcionado un innovador y ambicioso plan para el Colegio Nacional de la Capital (C.N.C), realizado en la Secretaria General de Transporte, Trabajo y Obras Publicas de la Prefectura del Distrito Federal (D.A.S.P/ D.E.P).

Dado que Reidy ocupó allí el cargo de Arquitecto Jefe desde 1932 hasta inicios de los 60’s –a falta de mayores datos documentales a los efectos de una atribución autoral- cabría suponer, al menos, su proximidad a la realización del anteproyecto.

Este anteproyecto del CNC, de entre otras novedades relativas al medio local (en cuanto a su programa) fue planteado como colegio mixto, y, desde el punto de vista formal y constructivo, constituye uno de los primeros casos en Paraguay de empleo extensivo de elementos posteriormente característicos a las propuestas racionalistas (planta libre, pilotes, quitasoles, etc.). (4)

En 1946, como una de las derivaciones de la visita de 1941 del presidente Getulio Vargas al Paraguay, fue presentado otro proyecto; El de la Escuela Estados Unidos del Brasil, de nivel primario (tamben diseñado en la D.A.S.P/ D.E.P). Debió haberse construirse en las proximidades del citado CNC, e incluso el gobierno paraguayo puso a disposición terrenos ubicados sobre la avenida general Santos de Asunción, que posteriormente fueron devueltos por el Brasil.

Aunque desde un programa más modesto, el bloque de aulas de esta escuela prefigura estrategias posteriormente empleadas en el Colegio Experimental Paraguay Brasil, a mayor escala y desde un planteo estructural más complejo. Por ejemplo: El empleo como pórtico/patio cubierto del espacio liberado por los pilotis en planta baja; La ubicación de la rampa de acceso al segundo nivel y el propio esquema circulatorio de éste.

Esta escuela tampoco fue construida. Cabría suponer que debido a la inestabilidad política del momento, ya que al año siguiente, en 1947, estalla una de las más violentas guerras civiles del Paraguay; Misma que condujo al ascenso al poder del Partido Colorado (situación inalterada hasta hoy); Produjo el mayor éxodo poblacional del siglo XX, y señaló una mayor presencia brasileña en el contexto local, hasta entonces contrarrestada por los intereses argentinos, prácticamente predominantes desde la revolución liberal de 1904.

En 1952 se retoman y amplían estas iniciativas, previéndose la construcción de una escuela piloto de nivel secundario, el Colegio Experimental Paraguay Brasil (CEPB), que funcionaría coordinadamente con la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción. Esta facultad fue creada durante el gobierno de Higinio Morínigo en 1948, como “campo de práctica a los alumnos de (dicha) facultad, futuros profesores de enseñanza secundaria” (5). Cabe señalar que el origen de esta facultad fue la Escuela de Humanidades de 1944, inicialmente dependiente del Ministerio de Educación y Culto (6), donde el aporte pedagógico y logístico del Brasil fue sustantivo, a través de su Misión Cultural (7), que facilitó la venida y permanencia en nuestro país de profesores como Guy de Hollanda y Paulo de Carvalho Neto, entre otros.

La ciudad universitaria

Cabría aquí una digresión a fin de señalar algunos aspectos que hacen al contexto local de inscripción de este proyecto de Reidy, en la medida en que el edificio fue concebido dentro de un plan urbanístico-educativo de mayor aliento.

La idea de centralizar las facultades de la Universidad Nacional de Asunción fue anterior al proyecto del CEPB, si bien éste fue –según se dijo- el primer edificio construido dentro de aquel inconcluso plan afectado a Ytá Pytá Punta, por lo que podría calificárselo –si cabe la expresión- como Buque Insignia de un más vasto proyecto cultural, económico y geopolítico.

En septiembre de 1939, el general Felix Estigarribia, presidente de la república, había creado una comisión encargada de elaborar un proyecto de ley “referente a la construcción de Edificios Modernos para las facultades que integran la Universidad Nacional de Asunción y la creación del Barrio o Ciudad Universitaria”. Para el efecto, se formó una comisión -presidida por el ministro de justicia e integrada por el rector y otros directivos de la UNA, el director de Obras Publicas y el jefe de la sección de Instrucción Pública del Ministerio de Justicia, C. e I. P. - encargada de presentar “en la brevedad posible” un proyecto para que dichas construcciones se realicen dentro de un plan “integral y armónico” (8).

En 1952 la Universidad Nacional dispuso un relevamiento topográfico de la zona de Ytá Pytá Punta, que señaló un sector inicial para la Ciudad Universitaria (9). Tres años después se crea una comisión encargada de dictaminar la extensión de las tierras necesarias para la Ciudad Universitaria, formada por representantes de la Universidad Nacional, del Ministerio de Educación y Culto, el Ministerio de Obras Públicas y la Municipalidad de Asunción, con la asesoría técnica del arquitecto Fernando Geraldo Saturnino de Britto (10). Este, por entonces fiscal de obras del CEPB en construcción, también estuvo ligado, desde 1961, a la construcción del hotel Guaraní, proyectado por el arquitecto Rubens Vianna, del Brasil (que devendría un icono en el paisaje urbano asunceno) y a diversas iniciativas culturales y arquitectónicas locales (11).

En junio 25 de 1956, dicha comisión entrega al MEC un informe detallado de los propietarios de los terrenos contiguos, una lista de inmuebles susceptibles de expropiación y establece una superficie total 17, 7 hás. (conformada por 4,8 hás ya adquiridas por el estado y otras 12,9 hás disponibles) Dicho informe también recomendó la elaboración urgente de un programa para Ciudad Universitaria, a fin de posibilitar la realización de un “primer anteproyecto de localización de los bloques, de las áreas libres y del centro de deportes, para evitar la construcción desordenada de los mismos, que acarrearía perjuicios a la armonía y funcionamiento del conjunto”. Paralelamente, encomendó se iniciaran gestiones ante la Municipalidad a fin de evitar la construcción de edificios industriales en una franja de una cuadra a lo largo del límite de los terrenos de la Ciudad Universitaria y/o se introdujesen mejoras que podrían hacer más onerosas las expropiaciones (12).

Cuatro meses más tarde, el Consejo Superior Universitario crea una Comisión Especial encargada de la planificación de la C.U. (13), a partir de cuyas recomendaciones el Ejecutivo envía al Consejo de Estado, en 1957, un pedido de expropiación (en esa fecha la superficie abarcaba unas 40 hás.) (14).

Entrados los 60’s, las menciones periodísticas a Ciudad Universitaria decrecen y en adelante tienden a referirse restrictivamente –por ejemplo- a la “prosecución de los trabajos de la Gran Escuela Experimental Paraguay Brasil, en edificación en Ytá Pytápunta” (15). Por entonces, la UNA había decidido ubicar parte de sus facultades (Agronomía y afines) en otra zona de la ciudad y los terrenos de la planeada Ciudad Universitaria de Ytá Pytá Punta fueron progresivamente afectados a usos privados. La historia posterior es conocida: El abandono del proyecto en ese lugar y su re-localización en el actual campus de San Lorenzo, al otro extremo de Asunción.

El programa

El programa del CEPB, elaborado por el pedagogo brasileño Lourenço Filho, establecía sectores (administración/ servicios, auditorio/gimnasio, biblioteca y aulas propiamente dichas) dimensionados desde un módulo de 48 m2 (aulas de 6x8 ms., para 35 alumnos cada una).

Estos módulos fueron sub-divididos a su vez en sub-módulos teóricos de 24 m2, que totalizaban 53 m.t. (aprox.1.270 m2), que sumados a un 30% de superficie destinada a circulación, concluían en un programa de 1.650 m2, para una escuela a ser empleada por un máximo 450 usuarios por turno (420 alumnos y 30 plazas de personal administrativo y docente).

En cuanto al carácter del edificio, se recomendaba una construcción “sin momumentalismo (…) elegante y simple, con una disposición de volúmenes que agrade a la vista y que inspire la idea de progreso”, de “tipo moderno, sin exageraciones, por el aprovechamiento funcional que permite”. A modo de referencia, mencionó la sede de la Facultad Sedes Sapientiae de Sao Paulo (proyectada por Lino Revi). (16)

Esta concepción organizativa-espacial del edificio se acompañaba de un proyecto de actualización pedagógica de la enseñaza media y superior, área en la cual el prof. Lourenço Filho había tenido significativo desempeño en su país (17). Las reformas que se propusieron para la educación paraguaya buscaron establecer como patrón, a nivel nacional para la enseñanza secundaria, los criterios pedagógicos que fueron aplicados en el Colegio Experimental Paraguay Brasil, que –por otra parte- durante décadas constituyó un referente de la enseñanza media en el Paraguay.

El proyecto

Con significativas ampliaciones del programa original (18), Reidy organiza el proyecto en dos sub-conjuntos morfológico-funcionales diferenciados: A lo largo del perímetro norte del predio ubica el bloque de aulas, de desarrollo coincidente con la mayor longitud del terreno (de 186 metros), cuyos pilotes liberan las vistas y conforman el patio-galería de expansión de las aulas y otros locales del nivel superior, al que se accede por una rampa (el proyecto original ubicaba en planta alta la biblioteca, luego trasladada al subsuelo).

Este nivel presenta circulaciones abiertas en una considerable extensión de su planta, marquesinas de protección solar, así como ventilación cruzada para las aulas.

En el frente opuesto (sur, sector no construido), y a un nivel inferior (19), se proponía un área de mayor vocación de contacto con lo público, destinado al auditorio, gimnasio y piscina (sur-este),y que se expandiría hacia un patio de conmemoraciones, ubicado al suroeste (el diseño exterior debió haber sido realizado por Burle Marx) (20).

Ambos subconjuntos se articularían mediante una marquesina perpendicular al bloque de aulas, que, partiendo del acceso principal (sur), atravesaría el sector del auditorio en dirección a la galería-patio ubicado bajo el mencionado bloque de aulas. A un nivel más elevado, la cubierta de dicha marquesina (una suerte de terraza-viaducto de uso interno) debía unir el nivel de aulas con el acceso al auditorio, donde se proyectó una escalera de acceso directo para los usuarios externos a la escuela (también fueron previstas otras conexiones subterráneas entre el bloque de aulas, el gimnasio y los vestidores).

Considerados los elementos formales y funcionales en juego, el CEPB supone tanto una aplicación reelaborada de estrategias previas de Reidy, cuanto un anuncio de futuros proyectos.

En el primer caso, atendiendo, por ejemplo, al sector gimnasio/auditorio/ piscina del CEPB, pueden notarse –con las adaptaciones del caso- soluciones similares a las empleadas en el conjunto residencial Pedregulho (1946-1948) de Río de Janeiro (V.G.: En su sector de servicios comunitarios, la volumetría prismática –escuela- contrasta con la geometría más suelta de los arcos de la cubierta del gimnasio y con el sinuoso bloque habitacional).

Por otra parte, la solución formal-estructural del bloque de aulas del CEPB, con sus pilares en “V” (de apoyo de las losas del primer nivel y la cubierta) anticipa el Museo de Arte Moderno de 1953, construido en el aterrro de Flamenco, en la mencionada ciudad.

Avatares

La condición (real) económica y social del Paraguay en los 40’s y 50’s contrastaba con el optimismo desarrollista predominante en la región, que, (efectivamente) había registrado crecimiento económico, al margen de ciertas crisis recurrentes; Sea debido a la acumulación de divisas resultante de la exportación de insumos durante la II Guerra Mundial, o por la implementación de políticas industriales de substitución de importaciones (21).

En Paraguay, la guerra civil de 1947, un duro golpe económico para un país que intentaba reponerse de una reciente guerra internacional. De hecho, no fue hasta los 60’s (o 70’s, con el inicio de las hidroeléctricas) cuando la economía local alcanzaría tasas significativas de crecimiento (22).

En el orden arquitectónico, podría conjeturarse que esta situación influyó –entre otras razones y al margen de contadas excepciones- tanto en la posible re-elaboración local de los referentes proyectuales externos por entonces introducidos (23), cuanto en la propia materialización de esos proyectos.

 La construcción del CEPB no estuvo al margen de restricciones de diversa índole (técnicas (24) e institucionales –el mencionado traslado del campus) Las obras, que debieron haber finalizado en dos años (a partir de su inicio efectivo, en 1954), en 1957 se encontraban paralizadas; Se reiniciaron en 1960 (25), para concluirse poco años más tarde sólo el bloque de aulas (26). Obviando posteriores anexiones poco felices, en tal estado permanece hoy el edificio en relación al proyecto original.

Referente patrimonial

En diversos aspectos, el edificio del CEPB supuso aportes significativos para la arquitectura local. De entre otros; su articulación volumétrica ofreció variantes a la concepción tradicional de la manzana, entendida ésta como unidad mínima de articulación de la morfología urbana.

La disposición pabellonal del CEPB (opuesta a la atrial usual la mayoría de las construcciones escolares locales en Asunción), en clara sintonía con las objeciones racionalistas a la calle-corredor, libera el perímetro del lote en el que se ubica el CEPB. Coherentemente con esta intención, el bloque de aulas, si bien acompaña el desarrollo de la calle, se interrumpe en las esquinas noreste y noroeste, liberando los vértices de la manzana y, consecuentemente, alterando la relación hasta entonces usual entre el fondo (manzanas) y la figura (el edificio).

Complementariamente, podría señalarse que la disposición de la galería-patio del bloque norte y del citado viaducto-terraza, constituyó una actualizada re-interpretación de los espacios de transición usuales a la arquitectura paraguaya.

Atendiendo a su tecnología constructiva, equipamiento técnico y programa, el proyecto propone también novedades relativas al campo de la arquitectura educativa (no eran frecuentes en programas similares, en esa fecha, la extensión y jerarquía relativa de los programas de educación física y cultural. A esto puede sumarse la novedad de la estructura y del equipamiento previsto para los locales).

Por otra parte, formal y tipológicamente, el edificio señala la introducción de nuevos referentes en nuestro repertorio arquitectónico. Hasta ese momento, las filiaciones formales habían estado –prioritariamente– ligadas a los modelos proto-racionalistas (o “moderno-clásicas”) (27) procedentes de escuelas rioplatenses (la mayor parte de nuestros arquitectos modernos se forma en el Uruguay) El internacionalismo del Colegio Experimental (de filiación brutalista, mediada por las reapropiaciones de la -así llamada- escuela carioca) sumaría nuevas experiencias proyectuales al repertorio arquitectónico local.

De alguna manera, este acrecentamiento (o desplazamiento) de los paradigmas formales hasta allí vigentes, implícito en esa obra, podría también entenderse –según se dijo- como un correlato espacial de otras re-orientaciones geopolíticas locales, ensayadas desde la década del 40 del pasado siglo y que adquirirían mayor nitidez en los años sucesivos, circunstancia ésta que anexaría un plusvalor histórico-documental al edificio.

Pero más allá de estas consideraciones, el edificio del CEPB, de Eduardo Affonso Reidy –rara ave posada en las orillas de un río compartido por cuatro países de nuestro continente- constituye un hito cardinal de la arquitectura moderna local y regional. Debería por tanto ser objeto de la mayor consideración a los efectos de su recuperación patrimonial, ya que no sólo documenta una condición pretérita, sino que también testimonia la factibilidad de una futura y deseable integración cultural.

notas

1
En 1929 Le Corbusier apunta imaginativas impresiones de Asunción (había llegado en un ‘diez plazas’ de la Compañía Sudamericana de Navegación Aérea, entonces dirigida por Saint-Exupéry); Celebra lo “apropiado” de los muros de estaqueo y las enramadas de las “casas de indios” (?) de los suburbios –las dibujaría (comme il faut) con techo plano(!)-; Destaca la belleza de las mujeres indígenas (?) de túnicas blancas, y deplora la profusión de balaustres en la ciudad formal, debida a los italianos (“Macaronis Italiens!”) y a “una tradición implantada por los jesuitas españoles” (?!). En LE CORBUSIER, Précisions Sur un État Présent de L’Architecture et L’Urbanisme, Dupont -E.F.-, París,1960 (Ciuriosamente, Voltaire en su Candido del siglo XVIII –el personaje seguia por estas tierras los pasos de su amada y esquiva Cunegunda- propuso impresiones no menos idealizadas, relativas a las misiones jesuiticas del Paraguay).

2
Existe numerosa obra previa sobre el tema, pero se ha datado la serie Asunción y el Río de Abramo en 1981.

3
Registramos dos viajes de Reidy a Asunción; En la fecha citada y, anteriormente, en septiembre del mismo año, en compañía de su asistente Marcos Gonder Neto, arq., durante una breve visita “para estudiar el local donde se edificará la escuela experimental brasileña y la Facultad Nacional de Filosofía, en Ytápytápunta (cuando) se mantuvo en contacto con diversas autoridades nacionales para intercambiar ideas sobre el proyecto” (La Tribuna, 11-IX-1952).

4
Debió haberse ubicado sobre la avenida Eusebio Ayala, a la entrada de Asunción, en el mismo predio que hoy ocupa la actual sede del CNC, aunque el relevamiento topográfico del anteproyecto sugiere progresivos desmembramientos del terreno original. Desafortunadamente, este proyecto no fue convenientemente considerado por las autoridades locales, juzgar por la triste apariencia pseudo-clásica de la sede actual del CNC, cuya construcción, por otra parte, realizada al margen de la colectividad de arquitectos, fue una de las razones de la fundación de la APAR, Asociación Paraguaya de Arquitectos (En entrevista del autor a Homero Duarte (h), 2002).

5
Decreto Ley n. 24.929, 16-II, 1948.

6
Decreto Ley n. 3.925, 5-VI-1944.

7
Una institución afín, El instituto Cultural Paraguay Brasil, se había fundado en 1939. Un capítulo aparte ameritaría la creación del Sector de Artes de la Misión Cultural Brasileña, donde Livio Abramo formara varias generaciones de artistas locales.

8
Decreto n. 16.917/12-IX-1939. En VELILLA, Julia y MONTE, Graciela, Historia de la Universidad Nacional de Asunción (V.II), UNA, Asunción, 1992. Anteriormente la Revolucion de Febrero propuso aplicar en Asunción principios del urbanismo moderno (¿proto-racionalista?): Elaboración de un Plan Regulador, descentralización de los servicios públicos, preservación del potencial paisajístico-natural aledaño, etc. (En STEFANICH, Juan, La Restauración Histórica del Paraguay, (V.I)., Mundo Nuevo, Buenos Aires, 1945)

9
Fechado el IV- 25- 1952, el relevamiento señala nueve manzanas, con el río Paraguay como límite norte. Se incluyen las dos de 86,6 x 86,6 metros que se destinarían al CEPB; En el frente sur de éstas se preveía la ampliación de la calle Piribebuy a una futura avenida Presidente Vargas.

10
Resolución n. 126/20-VI-1955, suscripta por Raúl Peña.

11
De Britto, a más de diversos proyectos arquitectónicos en Asunción, colaboró también con la muestra Arte Religioso de las Misiones del Paraguay, organizada por Livio Abramo, (a iniciativa del MAM) en la VI bienal de Sao Paulo, ocasión en que por primera vez este acervo tuvo amplia difusión regional e internacional (Carta de Livio Abramo a Francisco Matarazzo Sobrinho, 1- VII -1959, Archivo del Museo Guido Boggiani, San Lorenzo).

12
Resumen de las actividades de la CCU, informe a Raúl Peña, 25-VI- 1956.

13
Patria, 23-IX-1957.

14
El País, 21-IX-1957.

15
Patria, 28-VI-1960.

16
Lourenzo Filho, programa constructivo (versión mecanografiada en archivo del autor).

17
Destacado protagonista de la corriente corriente escolanovista, Lourenço Filho integró la comisión de evaluación del proyecto de la Universidad del Distrito Federal (UDF) en 1935; Director del INEP en 1938 (Instituto Nacional de Estudios Pedagógicos) fundado ese año por Gustavo Capanema, fue también el impulsor de importantes reformas educativas en el Brasil.

18
7.400 m2 de superficie total (5.760 m2, bloque de aulas; 650 m2, auditorio y teatro; 1.000 m2, gimnasio cubierto, excluidas la piscina y obras de paisajismo).

19
Para separar el sector de aulas de la calle, asegurar vistas despejadas hacia el chaco y dado que la pendiente del terreno se desarrollaba contraria a esta disposición (las cotas de perímetro norte eran inferiores a las del frente sur, respectivamente: 98/93,108/103 ponderadas desde una cota 100 fijada en la contigua fábrica Grau) hubo necesidad de relleno, ocasionalmente aprovechando obras que se realizaban en la zona (V.G.: las del molino aledaño, del estadio de los Defensores del Chaco. La municipalidad colaboró en estas obras).

20
En informes del fiscal de obra, arq. De Britto, se menciona esto, e incluso una reducción de honorarios a la cual habría accedido Burle Marx.

21
En el Brasil data de ese periodo -entre otras formas de acumulación nacional de capital- la creación de una industria estatal del acero (Volta Redonda, Valle del Río Dulce, en los 40’s), y la administración de los hidrocarburos (Petrobrás, durante el último gobierno Getulio Vargas) Un proceso similar se dio en la Argentina, donde no fue excluida la nacionalización de empresas de capital extranjero. En nuestro país –descontado el breve gobierno febrerista (1936-1937) y el del citado Estigarribia (1938-1940)- la intervención del estado en la economía cobraría impulso más sostenido desde el gobierno del general Higinio Morínigo (1940-1948).

22
LEWIS, Paul, Paraguay bajo Stroessner, Fondo de Cultura Económica, México, 1986.

23
Diversos proyectos referenciales de la arquitectura moderna paraguaya datan de esos años: El mencionado hotel Guaraní, el Banco de la Nación Argentina, la primera sede del Instituto de Prevision Social, la Biblioteca Nacional, y el propio CEPB.

24
V.G.: El estudio de suelo para la fundación tuvo que realizarse con equipo y personal venido del Brasil, dado que el instrumental ofrecido por el Ministerio de Obras Publicas local no se adecuaba a las especificaciones técnicas del proyecto (por otra parte, las probetas-muestra de hormigón fueron remitidas para rotura al INT de Río); La provisión de materiales también tuvo contratiempos (ocasionalmente se recurrió a la importación de hierro y cemento de Bélgica, de chapas multilaminadas del Brasil -para encofrado, dada la insuficiente provisión local de madera-, a préstamos de varillas para hormigón del IPS, etc.).

25
Aunque con interrupciones, sucesivos desembolsos permitieron continuar la obra. De entre estos: Cr$ 10.000.000, en 1957 (decreto del ejecutivo brasileño nº. 3.150 /24-V-57); Us$ 476.000, liberados por el presidente Kubitschek, en 1960 (Patria 28-VI- 60; El País, 18-XI-57); Sobre un costo inicial (1954) de Us$ 570.000, el presupuesto se estimaba en 1955 en Us$ 750.000, para la finalización completa de las obras (Patria, 23-IV-55.) Tasa cambiaria: Us$/ Cr$: 1/18,7 en 1954; 1/294 en 1961; Us$/ Gs. 1/126 en 1959.

26
El arq. Cesar Augusto Morra, ha propuesto varias hipótesis para explicar las demoras y la no conclusión del proyecto: El hecho que el Brasil haya concentrado entonces sus energías en la construcción su nueva capital, Brasilia, y –principalmente- la cancelación del proyecto de la Ciudad Universitaria de Ytápytá Punta, ya que “con esta perspectiva el gobierno brasileño poca voluntad podría tener para continuar los trabajos” (en MORRA, Cesar Augusto, Itinerario de Arquitectura, Arte Nuevo, Asunción, 1982).

27
Hacia 1930, ciertas arquitecturas “pretendían tanto reciclar el clasicismo académico y modernizarlo, como intentar una conciliación entre el eclecticismo vigente y el racionalismo europeo (…) esas manifestaciones recibieron diversas denominaciones (…); protoracionalismo, protomoderno, racionalismo Perret, clásico racionalizado. En general, algunos de esos estilos no presentaban diferencias conceptuales marcadas, a veces apenas estéticas” (Giovanni Blanco y Candido Malta Campos, “Redescubriendo el Art Decó y el Racionalismo Clásico en la Arquitectura Belenense”, Vitruvius, 167, I-2003).

sobre el autor

Javier Rodríguez Alcalá (Asunción, Paraguay 1960).Periodista en temas de arte, comunicación y arquitectura. Miembro de la Asociación Internacional de Criticos de Arte (AICA). Arquitecto (Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional de Asunción). Curador por Paraguay en la 7 Mostra Internazionale de Architettura,/La Biennale di Venezia,  1999. Curador en la IV Bienal del MERCOSUR de Porto Alegre, Brasil. Docente de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Asunción. Director del Observatorio Cultural del Centro Cultural Cabildo, Asunción. Algunas publicaciones: Edith Jiménez, Obra Gráfica (2002); Hemann Guggiari (2008).

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